Una Mujer De 96 Años Vendió Su Casa y Lo Que Se Descubrió Dentro Fue Inesperado
Los agentes inmobiliarios que se hacen cargo de las casas desocupadas o que se venden ven en su día a día hechos realmente sorprendentes. Después de todo, nunca sabes con lo que te encontraras al ingresar a una propiedad que es de un completo extraño. ¡El aventurarse a lo desconocido puede hacer de este trabajo uno realmente interesante!
Un par de agentes, las hermanas de nombre Gladys y Carla Spizzirri, recibieron la sorpresa de su vida cuando se presentaron a una de las propiedades. Ellas habían escuchado rumores sobre esta casa, pero ya era el momento de descubrir si lo que se decía era verdad.
Una casa ordinaria en la ciudad de Ontario
La propiedad localizada en la calle Jane al 148 en la ciudad de Toronto, Ontario, era completamente normal desde una vista exterior. De hecho, la calle en su totalidad en la que estaba la casa parecía bastante común. La mayoría de las casas se parecían entre sí y nada resaltaba, nada especialmente extraño o inusual.
Los vecinos explicaban que no muchas personas habían vivido dentro de aquella residencia al 148 de la calle Jane. Una misma familia había vivido allí desde donde podían acordarse. Nunca nadie pensó algo extraño sobre este lugar hasta que un día los agentes de propiedades recibieron una llamada inusual sobre la propiedad.
Una llamada telefónica lo cambió todo
Ya con la experiencia en el mercado inmobiliario, Gladys y Carla Spizzirri conocían todos los secretos del negocio. Creían que lo habían visto todo. Y en aquel particular día, que no tenía nada de diferente a otro día laboral, no esperaba que nada los sorprendiera.
Pero todo iba a cambiar cuando de repente el teléfono de la inmobiliaria comenzó a sonar. ¿Quién estaba del otro lado del teléfono y qué es lo que tenía para decir? Estamos a punto de enterarnos.
Un equipo de agentes inmobiliarios
Dos hermanas emprendedoras tenían una inmobiliaria la cual manejaban. A pesar de que no siempre habían trabajado juntas, eventualmente decidieron unir fuerzas y formar un equipo, dado también porque ambas se habían profesionalizado. Ellas dividieron su trabajo, una encontraba clientes y entrevistaba, mientras que la otra cerraba los tratos con los clientes antiguos.
En este día en particular, las hermanas se encargaban del negocio como cualquier otro día, cada una con su objetivo diario. Nada parecía fuera de lo normal sobre su día laboral.
El extraño al otro lado de la llamada
Es bastante normal que un teléfono suene en un ámbito de negocios. ¡Y en especial en una inmobiliaria! Pero esta llamada en particular era diferente a todas las otras llamadas que Gladys y Carla habían recibido.
El nombre de quien llamaba era Joyce, y ella explicó que estaba considerando el colocar su casa en el mercado, para la venta. La voz de Joyce parecía dubitativa, y hasta sin los deseos reales de hacerlo, pero las palabras que pronunció insistían en la venta de su casa.
Existe una primera vez para todo
Algunas de las situaciones que Gladys y Carla Spizzirri habían visto y experimentado en sus años como agentes de inmobiliaria hubiesen acabado con la profesión de cualquier otra persona. Pero como ellas ya eran veteranas en la profesión, estaban preparadas para lo que fuera que el cliente les planteara.
O eso es lo que creían... cuando finalmente pudieron ver la propiedad de Joyce, acabaron sorprendidas, atónitas. Pero primero que todo, debían arreglar el día de visita a la casa.
¿Qué es lo que ocultaba?
En la actualidad, las personas están exaltadas por comunicarse con una inmobiliaria. El cambiar de hogar es realmente un hecho positivo y que pone a los dueños en una posición optimista de ingresar en una nueva etapa de su vida. Pero Gladys y Carla no detectaron nada de ello en la conversación con Joyce.
De hecho, tuvieron la impresión que la mujer del otro lado del teléfono podría estar ocultándoles algo. Algunas personas intentaban esconder los problemas de la casa que vendían, para lograr un mejor precio de venta. Las hermanas estaban curiosas por descubrir que podría estar ocultando Joyce.
Espera lo peor pero ten esperanza por algo mejor
Una buena acción para tu vida es que siempre tengas esperanza de mejorar, pero estar preparado para lo peor. Sus años como agentes provocaron que Gladys y Carla Spizzirri adopten esta actitud desde el primer momento que visitan una propiedad.
Joyce les había comentado a las hermanas que ella había vivido en su modesta casa los últimos 70 años y que no la había mejorado durante esas largas décadas. Sólo efectuó una remodelación en la cocina, pero eso era todo.
Un gran secreto
Usualmente, cuando el dueño de una casa intenta ocultar un hecho sobre la casa que intenta vender, tiene que ver con los cimientos de la casa o con una fuga en el sótano, por brindar algún ejemplo. No es inusual que alguien que tiene pequeños problemas los intente ocultar de los agentes inmobiliarios.
Sin embargo, esta no era una transacción ordinaria de una propiedad. El secreto que Joyce le mantenía oculto a Carla y Gladys era mucho más grande que lo normal. Y era un hecho que las experimentadas agentes inmobiliarias nunca habían experimentado en sus años de trabajo.
¿Qué es lo que encontrarían en la casa de Joyce?
En sus tres décadas trabajando en Toronto, Gladys y Carla Spizzirri habían aprendido sobre la ciudad, y sobre cada rincón de ésta. Ellas eran expertas que trabajaban desde dentro de las entrañas de la ciudad. Conocían al ciudad de Toronto y sabían qué esperar del día a día en el vecindario.
Algunas casas eran más sencillas de vender que otras, y las hermanas tenían el presentimiento que la de Joyce podría ser una de las difíciles, basadas en la duda que ella había transmitido por teléfono. El próximo paso era el de inspeccionar el lugar para determinar qué era exactamente a lo que se enfrentaban.
¿Se arrepentiría Joyce de la venta?
Carla y Gladys se comunicaron con Joyce por teléfono durante un tiempo ya que se querían asegurar de que entendiera todo lo que la inmobiliaria le explicaba. Durante su conversación, se anoticiaron de que la mujer tenía ¡96 años!
Este hecho de la edad sorprendió a ambas hermanas, ya que Joyce demostraba tener un pensamiento muy claro y no parecía tener problemas al escuchar en el teléfono -un problema que muchas personas mayores atraviesan-. Ellas estaban a punto de continuar siendo sorprendidas por Joyce y de la casa que ella pretendía vender.
La casa recibiría a las agentes inmobiliarias...
¿Con qué se encontraran Gladys y Carla cuando finalmente abrieran la puerta principal de la casa en la calle Jane? Ellas se preocuparon en demasía para que el día de la inspección de la propiedad fuera en un corto período.
El hecho de que Joyce de 96 años viviera allí durante tanto tiempo no serviría de mucho ya que seguro no habría estado en condiciones de mantener la propiedad en buen estado. Las Spizzirris se prepararon para el peor escenario, uno en el cual la casa esté en malas condiciones y no pudiese ser vendida.
Haciendo hincapié en lo positivo
La casa de Joyce ya de por sí contaba con un aspecto positivo en caso de que el interior estuviese en muy malas condiciones. Ésta estaba localizada en un vecindario precioso y en el cual era muy solicitado. Los precios en dicha zona se habían incrementado en los últimos años.
Carla y Gladys ya se habían informado del valor del mercado de la propiedad en comparación con otras casas en el vecindario. Si el inmueble estaba en condiciones decentes, podría valer una fortuna al venderse. Sin embargo, realmente necesitaban presentarse en la calle Jane al 148 para ver exactamente en donde se meterían.
¡Aquí está localizada!
Como dicen las inmobiliarias, la ubicación del lugar lo es todo. Esto era un concepto que Gladys y Carla tenían incorporado al haber trabajado durante años en la industria. Habían tenido mucha suerte al vender otras casas a muy buen precio en el vecindario de Joyce. ¿A cuánto se vendería la propiedad de Joyce?
Los números que las agentes manejaban indicaron que la casa de Joyce podría valer la impresionante suma de $968.000 dólares. Aún así, faltaban temas a resolver. Si el inmueble estaba en un estado deplorable, lo cual era probable, el precio del mismo disminuiría notablemente. Nuevamente y después de todo... Joyce podría hasta decidir no vender su casa.
¿Venderá o no venderá?
Existía un halo de incertidumbre tras aquella llamada telefónica de Joyce que Gladys y Carla estaban preocupadas de que la dueña podría cambiar su opinión y terminar no vendiendo la propiedad. Joyce insitió de que estaba lista para desprenderse de su casa a pesar de lo dificultoso que es eso.
El dejar tu hogar en donde has atravesado preciados momentos no es para nada sencillo, y en especial cuando has vivido allí las últimas siete décadas, como ocurría con Joyce.
Nadie las hubiese preparado para esto
El día finalmente llegó y las hermanas Spizzirris viajaron al número 148 de la calle Jane para finalmente descubrir el misterio de la casa de Joyce. Nada las podría haber preparado para el increíble descubrimiento que tendrían al momento de abrir la puerta de entrada y ver el interior.
De hecho, la escena sería sorpresiva para cualquiera que lo viera, especialmente desde el exterior de la misma, que no indicaba nada.
Una casa que se quedó en el tiempo
Hasta aquel momento, la única información que Gladys y Carla tenían era que habían podido ver la casa por la dirección, y sólo la parte exterior frontal de ésta. Nada parecía hacerla destacar por sobre el resto pero el potencial gigante que tenía dentro podría generar que la vendieran a muy buen precio.
Nunca pudieron haber esperado encontrarse con tal inusual vista una vez que pudieron visualizar en persona el interior de la casa.
Todo fue sorpresa
Gladys y Carla pensaron en dos opciones con respecto a la casa cuando acabaron de hablar con Joyce. La primera era la que parecía la más probable, que dicha casa esté en terribles condiciones. Seguramente con mucha basura dentro y en una situación rescatable.
La segunda posibilidad era que la casa fuera totalmente ordinaria, tal como se veía desde el exterior. Las hermanas estaban totalmente equivocadas. La propiedad estaba en perfectas condiciones y lejos de ser ordinaria.
Una gema de casa
Sin mucho que decir, Gladys y Carla quedaron extasiadas al momento de conocer la casa de Joyce. Ésta podría ser vendida en una tonelada de dinero, mucho más del que podrían esperar.
Joyce había cumplido con el rol de ama de casa a la perfección y su hogar estaba prácticamente encapsulado desde los años 40´. Esta fue la década en la cual Joyce se mudó a esta nueva propiedad y la decoró como la época lo indicaba. Todo parecía quedado en el tiempo, pero bien limpio.
Más y más adentro
A medida que Carla y Gladys exploraban la casa en la dirección 148 de la calle Jane se dieron cuenta de que cada habitación era más impresionante que el siguiente. De hecho, se adentraron en ambientes de los que mejor habían sido preservados de todos los que vieron a lo largo de los años.
La casa era prácticamente un museo sobre la vida de Joyce, y ahora las hermanas entendieron la razón por la cual Joyce había sido tan dubitativa a la hora de llamar por teléfono.
¿Los compradores apreciarían tanto esta propiedad?
Existía una cuestión potencial que le jugaba en contra a la inmaculada propiedad de Joyce. Ella había decorado su hogar bajo un estilo muy femenino, con mucho rosa y color violeta, además de sedas y telas de encaje. La casa definitivamente no sería del aprecio de la mayoría de los hombres.
¿Qué harían las agentes de inmobiliaria? Costaría una fortuna el re-decorar la casa en su totalidad y acortaría el rédito que podrían obtener con la venta de la propiedad.
La salvación de toda la casa
Luego de ver tantas habitaciones de color violeta y rosa, Gladys y Carla estaban a punto de ser sorprendidas al ingresar al sótano. ¡Sorpresa! La increíble casa de Joyce tenía lo que se llama "una auténtica cueva de hombres" en el sótano.
Este espacio habría sido probablemente para su esposo, para escapar de todo es aspecto femenino de la casa. Estaba repleta de madera, un bar con alcohol y muebles neutrales. De seguro que el esposo de Joyce habrá disfrutado varias horas en este espectacular área masculina.
El patio era una decepción
Podrías esperar que esta propiedad tuviese un jardín espectacular o un "jardín secreto" pero para nada. Como el resto del exterior de la casa, la parte trasera era totalmente ordinaria, y aburrida. Poseía pasto artificial en lugar de césped y una pequeña cabaña para almacenar.
¡Aunque el jardín decepcionante no era un motivo para echar atrás el trato! Gladys y Carla solo necesitarían a un inspector de casas profesionales para que corrobore que ésta no tuviese fallas.
Inspeccionando los salones
Cualquier profesional que maneje inmobiliarias puede explicarte que hasta las casas que se ven de manera perfecta tienen problemas debajo de la superficie. Desde problemas menores hasta realmente importantes como daños por inundación y moho insalubre, casi todas las propiedades tienen una o dos fallas.
Carla y Gladys tenían toda la confianza de que la casa de Joyce estaba en grandes condiciones. Pero aún así, sabían que debían esperar el resultado de lo que encontró el inspector oficial. Simplemente para tener la certeza...
Lo que acechaba debajo
Luego de una larga espera, los inspectores de la propiedad finalmente arribaron a la calle 148 de la calle Street y comenzaron su trabajo. Los equipos examinaron cada centímetro de la casa de Joyce en busca de alguna sorpresa que podría deteriorar el valor de la casa.
No había nada de que preocuparse. La propiedad estaba casi en perfectas condiciones, a tal punto que los inspectores concluyeron que la casa estaba casi en el mismo estado en la cual Joyce se había mudado hacía 70 años. Era el momento de colocar la casa en el mercado y buscar un comprador.
Al mercado
Como podrías imaginar, Gladys y Carla estaban deseosas de colocar a esta gema en el mercado lo más rápido posible. De hecho, la expusieron al mercado el mismo día de la inspección. Lo que pedían era la increíble suma de 699 mil dólares.
La guerra de pujas por la casa comenzó. Todos los que visitaron la propiedad quedaron sorprendidos por el interior de la misma y la querían para ellos.
La puja por la propiedad en la calle Janet al 148 se volvió viral
En el boca a boca se expandieron las perfectas condiciones en la que estaba la casa de Joyce y su historia comenzó a llamar más la atención. La noticia llegó a los medios de comunicación y se transformó en una gran historia, que eventualmente, se volvió viral. Muchas personas estaban obsesionadas con la casa.
De hecho, muchos individuos que vieron la casa sintieron que ésta debía ser preservada como un museo de los años 40´ en lugar de que alguien viviese allí. Sin embargo, Joyce reveló que ella le había propinado una modificación a la casa en la que vivía.
¿Qué es lo que Joyce le había hecho a la propiedad?
Muchos de los nuevos fanáticos de la casa quedaron asombrados por el hecho que la propiedad había quedado intacta desde 1940. Algunos quedaron decepcionados al enterarse que Joyce reveló que en realidad, había renovado la cocina en el año 1960.
La razón de la renovación fue que ella quería mejorar sus accesorios a unos más modernos cuando sea posible, lo cual es perfectamente razonable. Fue por ello que la cocina estaba en la misma condición que en los 60´.
¿Qué le esperaba a Joyce?
Joyce siempre había disfrutado del decorado interior de la casa y había amueblado su casa de la calle Jane al 148 de la manera exacta de la cual quería. Entonces, ¿por qué es que ella estaba deseosa de dejarla tras 70 años felices dentro?
Lo que sucedió es que Joyce estaba lista para retirarse. Ella se trasladaría a una comunidad de retiro para disfrutar de sus últimos años en un lugar de relajación y confort. Aún así, habría de sido muy difícil el abandonar su casa.
¿Y su futuro?
Cuando Joyce y su marido se mudaron a esta propiedad en 1942, eran tiempos muy diferentes. Todo había cambiado demasiado a lo largo de 70 años. Entonces, una de las preguntas que a todos se le cruzaba por la cabeza con respecto a la casa de Joyce era si los nuevos propietarios la conservarían tal cual está -como si estuviese en una capsula del tiempo- o si la iban a renovar y a modernizarla.
Los nuevos dueños, por supuesto, iban a tener el derecho de hacer lo que quieran con su propiedad. Aquellos como nosotros que apreciamos la historia detrás de la casa esperamos que hicieran un esfuerzo para mantenerla de la misma manera. Sólo el tiempo lo decidirá.
Esto podría romper con todo
Lo que develaremos a continuación podría romper con cualquier trato con potenciales compradores de la casa de Joyce. Resulta que el increíble amueblado vintage de la propiedad no estaba incluido en el precio de venta. Esto podría ser decepcionante para aquellas personas que estaban atraídas al interior único de la casa.
La hija de Joyce quería mantener los muebles, lo cual era perfectamente razonable. Ella probablemente tendría muchos recuerdos en los que estos figuraban -y toda la casa también-.
Joyce durmió allí durante 70 años
Es difícil para muchos de nosotros el imaginarnos vivir en una misma casa como Joyce durante tanto tiempo, pero ella había permanecido en la casa de la calle Jane al 148 desde que cumplió 24 años. A pesar de que no puedes darte cuenta de ello desde el exterior de la casa, el interior del mismo era un museo sobre la vida de Joyce, ¡y en un estado impecable!
Este es el dormitorio principal, donde Joyce expresó haber estado mucho tiempo. Todo se ve fresco y tan bien cuidado... como si fuese nuevo.
Un baño digno de una reina
Los visitantes de la casa quedaron fascinados por el estilo de diseño de Joyce. Como ella le comentó al Daily Mail, ella tenía fuertes convicciones sobre el color. "Me gustan los colores suaves, y me gustan los accesorios que combinan y fluyen juntos. Prefiero los colores tono a tono que los brillantes" explicó.
Este enfoque del color se puede ver en los detalles más pequeños, incluso en el baño. La alfombra de baño, la funda del asiento del inodoro y las toallas se complementan entre sí. Y hay acentos de oro a juego en toda la habitación.
Todo se trata de los detalles
En cuanto a los detalles, la casa especial de Joyce tiene un total de tres dormitorios y dos baños. Hay chimeneas acogedoras en toda la casa, un escape perfecto de esos brutales inviernos de Canadá.
El estilo del diseño interior es más fuerte desde la década del 40´, pero también tiene elementos de décadas posteriores. Cada habitación tiene su propia combinación de colores, pero todas también funcionan bien juntas.
Características convenientes por toda la casa
A pesar de que tiene más de 70 años, la casa de Joyce tiene todos los accesorios modernos convenientes. Esta sala de lavado está totalmente equipada con todo lo que necesitas mantener limpio en tu ropero.
Esos estantes se ven tan radiantes como si fueran nuevos y han estado colgados durante años. Hasta el salón de lavado del 148 de la calle Jane es una muestra de amor y de cariño que Joyce y su marido le han dado a la casa.
Una mansión inalterada de hace 20 años
Esta es la casa Pineheath, una mansión en la ciudad de Yorkshire, Inglaterra. Podrías pensar que cualquiera que es dueño de una mansión no dejaría nada atrás, pero tal es exactamente el caso de esta finca de 40 habitaciones.
La casa Pineheath perteneció en algún momento a la pareja aristocrática de origen india, Sir Dhunjiboy y Lady Bomanji. El hogar quedó virtualmente impoluto luego de que Lady Bonmanji falleciera en 1986, casi 50 años a posterior que su esposo. Cuando un empresario local la compró, con planes de restaurarla, no sabría que al ingresar viajaría hacia el pasado.
Su estilo no había sido modificado en años
Sir Dhunjibhoy y Lady Bomanji aparentemente compraron esta casa a comienzos del siglo 20, y por ello los muebles tienen un estilo representativo de los años 1920´. Este baño antiguo es un ejemplo de eso. Como puedes ver, la bañera y los detalles alrededor del lavabo no son dignos del estilo moderno.
De manera extraña, la casa fue encontrada en condiciones impecables a pesar del hecho que nadie vivió allí desde los años 70´ y 80´.
Cuenta con tecnología obsoleta
La propiedad puede haber tenido un estilo de 1920 pero muchas de las pertenencias de la familia eran de otra era. Claramente mantuvieron tecnología de los años 80´. Un reproductor de VHS y televisores que no son de la actualidad fueron encontrados dentro.
Luego de la muerte de Lady Bomanji en 1986, la casa quedó en manos de su hija quien falleció en 2012. Parece que su hija no tenía mucho que hacer con la casa desde que tomó posesión.
Un departamento parisino fue abandonado a comienzos del siglo 20
Un departamento en París quedó intacto desde comienzos del siglo 20. Su dueño previo viajó al sur de Francia durante la Segunda Guerra Mundial y nunca más retornó. Luego de su muerte a la edad de 91 años, expertos fueron enviados al hogar para tomar nota de lo que quedó.
Muchos de sus muebles parecían ser del año 1800 y quedaron realmente antiguos, incluido un lavabo de piedra y una estufa de madera.
Los propietarios tenían un gusto interesante
Parece ser que los dueños previos de la propiedad tenían un claro gusto excesivo económico, pero también poseían intereses simples. En adición a un avestruz relleno, los expertos también encontraron un muñeco de felpa de Mickey Mouse. De Florian también tenía una numerosa colección de joyas, coronas y porcelana.
Sin embargo, el apartamento fue completamente amueblado por la abuela del propietario, Marthe de Florian, quien murió en 1939. La nieta de De Florian continuó pagando el alquiler hasta su muerte, a pesar del hecho de que ella no vivía allí.
Encontraron una pintura desconocida de un gran artista
Quizás el hallazgo más glorioso del departamento era una pintura original del siglo 19 del artista italiano Giovanni Boldini. El experto que inspeccionó la casa no pudo encontrar ningún registro de la pintura de Boldini en archivos oficiales pero una carta amorosa del propio Boldini probó que había encontrado un tesoro.
Creen que Madame de Florian habría sido una de sus musas. La pintura se vendió en 3 millones de dólares, lo cual fue toda un récord del artista en aquel tiempo.