Una Carta Encontrada Por Una Mujer En Su Nuevo Coche Provocó Que Su Padre Se Arrepintiera De Todo
Kevin Duke era un padre orgulloso de su hija de 16 años que acababa de llegar a la mayoría de edad. Para celebrar la ocasión él quiso regalarse a su hija su primer coche el cual se aseguró de que estuviese en perfectas condiciones para salir a la calle.
Mientras que lo limpiaba, Duke llegó a un descubrimiento que lo frenó de inmediato. Lo que Duke encontró reveló que el rodado que le había comprado a su hija era mucho más que un automóvil...
El típico regalo de 16 años
Cuando un niño llega a los 16 años, están finalmente habilitados para conseguir su licencia para conducir. Como resultado de ello, muchos niños con suerte reciben un coche en aquel cumpleaños. Jada Duke era una de esos niños.
Su padre Kevin le compró un coche usado pocas semanas antes de su cumpleaños, corroboró que funcionara bien y lo arregló antes de regalárselo. Fue entonces que encontró algo inesperado.
El coche perfecto para comenzar
En enero del 2015, Kevin Duke comenzó su búsqueda por un automóvil para su hija Jada, que iba a cumplir 16 años en el marzo siguiente. Luego de que todos supieran ello, un cliente en su trabajo como constructor le comentó sobre un coche que estaba a la venta.
"Ella me dijo que había visto un coche que sería el ideal para que mi hija comience a manejar" le manifestó a CNHI News. El automóvil en cuestión era un Ford Fusion plateado.
Necesitaba un poco de mantenimiento
"Los frenos hacían un poco de ruido, pero era un coche correcto", Duke comentó luego de llevarlo a probar. Un par de días más tarde, compró el vehículo y se lo llevó a casa para arreglarlo y asegurarse de que el rodado sea seguro para su hija.
Él había revisado cada rincón y grieta del coche en al menos cinco ocasiones pero sintió que necesitaba corroborarlo todo otra vez.
Algo que había pasado por alto
Kevin Duke abrió el compartimiento superior por sexta vez. Él recuerda: "En aquella vez me di cuenta que la cobertura inferior podía removerse. Pensé que quizás estaría sucio, por lo que la quité y fue allí cuando vi los extremos del sobre".
Curioso, Duke se sentó en el vehículo y abrió el sobre. "Me senté justo ahí y la leí, y grité como un bebé" recordó.
Información importante para el nuevo dueño
El sobre estaba dirigido para "El nuevo dueño del coche" y también expresaba que había "Información importante dentro". Duke pensó que se podría tratar de alguna preocupación para mantener en buen estado el coche y del cual debía estar enterado, pero una vez que leyó el contenido de dentro, quedó asombrado.
El sobre contenía dentro una carta escrita a mano que reveló el colorido pasado del vehículo. A medida que Duke abría la carta, no podía creer lo que estaba leyendo.
Una carta con un montón de recuerdos especiales
"Este coche tiene muchos recuerdos especiales para mi. Mi casa y todo en él se ha ido, este coche es todo lo que me queda para tocar" expresaba la carta. Cuando se trata de vehículos usados, la mayoría de las personas se preocupan en qué tanto durará en su poder.
Pero a medida que Duke continuaba leyendo la carta, él se dio cuenta de lo que había atravesado el coche de su hija antes de que él lo comprara.
Llevaron al coche a varias aventuras
"Mi familia llenó este vehículo con mucho amor y otras cosas pegajosas. Hemos tomado dos viajes en carretera, trituramos los 80´ con música country y las ventanas bajas. He cambiado más pañales en el asiento trasero de los que puedo contar. Probablemente exista un chupete o un crayón escondido en algún lado que pertenecía a mi bebé" detallaba la carta.
Mientras leía la carta, Kevin Duke aprendió la razón por la cual el vehículo ya no pertenecía a la persona que amaba tanto al rodado.
El coche tenía un par de complicaciones
De hecho, la persona que escribió la carta se tomó un momento para mencionar algunas complicaciones que venían con el vehículo. "La abolladura en el guardabarros del lado del conductor trasero y la abolladura en la puerta del lado del pasajero es donde mi hija aprendió a andar... y chocar... su bicicleta" mencionaba la carta.
Es posible que Duke pensara cuando le enseñó a su propia hija a andar en bicicleta y no le importó demasiado la abolladura en su primer auto.
Su nombre era Sylvia
El automóvil hasta tenía un nombre: Sylvia. "El primer día que Mamá consiguió este coche, todos paseamos dentro y Dr. Hook´la madre de Sylvia´ apareció en la radio. El nombre encajó perfecto cuando... mi hija dijo que así deberíamos llamar al auto. Entonces, por favor no cambies su nombre" rezaba la carta.
Él seguía leyendo, Duke aprendería mucho más sobre Sylvia y sus recuerdos con esta desconocida familia.
La tragedia que se cobró la vida de su dueña
"Sólo quería que sepas lo especial que es el vehículo que has comprado. Este coche pertenecía a mi madre. Ella falleció el 25 de febrero de 2015 en un incendio de una casa junto a mi hija de 6 años y mi tía. La última vez que mi madre manejó este coche fue el día que nos dejó" explicaba la carta.
Kevin quedó asombrado al saber que el coche estaba relacionado con tal tragedia. Él se preguntó la razón por la cual el vehículo se pondría a la venta si significaba tanto.
La mujer que escribió la carta
La carta había sido escrita por una mujer de nombre Sabrina Archey. Archey estaba trabajando cuando su familia se prendió fuego y se cobró las vidas de su madre, hija y tía. No sólo que Archey tenía que lidiar con la pena de haber perdido a las personas más importantes en su vida, sino que tenía que afrontar las repercusiones de la tragedia.
De repente, ella quedó desamparada, Archey tuvo que hacerse cargo de su otra hija que sobrevivió que no estaba en el hogar durante el incendio.
El vehículo era todo lo que le quedaba de su madre e hija
Tras el incendio, todo lo que Archey tenía era el coche de su madre y una mochila que su hija había dejado dentro del vehículo. A pesar de todo lo que había sucedido, el coche fue embargado.
"Existió un inconveniente con mis papeles y ello causó que el coche no fuera cubierto por la aseguradora. Es muy decepcionante el haber perdido a mi familia, mi casa y ahora esté perdiendo el último vinculo con mi madre e hija por una falta que no es mía" escribió Archey.
Ella no podía evitar que le embargaran el auto
A pesar de toda una comunidad que se unió para ayudarla y apoyarla con los costos del funeral, Archey aún mantenía variados problemas económicos de los cuales debía afrontar por cuenta propia. A pesar de que la compañía que financió su coche intentó ayudar a Archey lo más que podía, al final tuvieron que quitárselo de sus manos.
Antes de que el coche fuera embargado, Archey revisó el auto para ver si se le había olvidado algo.
El momento que tuvo para escribir la carta
Mientras que revisaba el coche por última vez, Archey notó una leve huella de un zapato del tamaño de un niño en el tablero, justo donde su hija se solía sentar. Al momento en que la vio, una catarata de recuerdos y lágrimas comenzaron a salir.
Fue entonces que Archey se decidió a escribir la carta a quien fuera que se convirtiera en el nuevo dueño del Ford Fusion de su madre. Poco sabría que, el coche no se iría tan lejos.
Ella no se amargó por el hecho de dejarlo ir
A pesar de haber tenido que entregar el coche de su madre en contra de su voluntad, Archey manifestó no tener sentimiento de arrepentimiento contra el nuevo dueño. En su carta, ella clarificó: "No estoy enojado por ti. Espero que este vehículo sea el mejor que hayas tenido. Ojalá funcione durante 100 años más. Espero que el asiento trasero esté lleno de niños, juguetes y demás cosas".
Y al final de la carta, Archey hizo una petición.
Ella tenía un pedido para el nuevo dueño
Ella continuó, "La vida pasó por este coche. Amor, alegría, aventura también. Entonces ahora es suyo, por favor recuerda que éste no es sólo un coche. Es memoria. Este vehículo con todas sus complicaciones es la última parte de mi familia. Sé bueno con él".
Para Archey, la memoria de su familia vivía en el coche que era muy difícil de despedir. Pero pronto, los eventos tendrían un final completo.
Ella quería que lo disfruten tanto como su familia lo había hecho
Archey estaba de seguro con el corazón roto al dejar ir al coche pero sinceramente esperaba que su nuevo dueño podría disfrutarlo de la misma manera en que su familia lo había hecho. Ella hasta hizo una petición especial: "Escucha alguna canción country, el favorito de mi hija era ´Big Green Tractor´, o hasta ´Lynyrd Skynrd Freebird´. Esa canción significó tanto para nosotros que la escuchamos en su funeral".
Ella realmente quería transmitirle al nuevo dueño del coche lo tan importante que éste era.
Ella quería recuperar su coche
Archey sabía que Sylvia podría no quedarse durante mucho tiempo con su nuevo dueño. En la carta, ella agregó: "Si en algún momento quieres vender a Sylvia, por favor trata de contactarme. Acabo de pagar tres funerales, no puedo comprarlo ahora mismo, pero espero tener una situación financiera mejorada si en algún momento decides que Sylvia ya no es la correcta para ti".
Al leer ello, Duke se sintió golpeado sobre el coche que acababa de comprarle a su hija.
Duke se contactó con Archey luego de leer su carta
Archey vivía en Greenup, Kentucky y Kevin Duke apenas vivía a 15 minutos de distancia en Flatwoods. Luego de leer la carta, Duke estaba tan lleno de emociones que sabía que debía encontrar a Archey para hacerle saber que el Ford de su madre estaba en buenas manos.
Por suerte, el encontrar a Archey no fue para nada difícil. Debido a las emociones que transitaban por ella, Duke le pidió permiso a Archey para compartir su carta en Facebook. Allí fue donde las cosas dieron un giro.
La carta se hizo viral en Internet
Luego de que Duke compartiera la descorazonada carta en Facebook rápidamente se hizo viral, especialmente luego de que ésta fuese compartida por el sitio Love What Matters donde acumuló más de 19 mil reacciones de personas desde Estados Unidos a Australia.
Muchas personas simpatizaron con la historia de Sabrina Archey y creyeron que Duke debía devolverle el coche. Fue entonces que un ciudadano se encontró con la historia y decidió actuar por su cuenta. El compartir la historia no fue simplemente suficiente para ellos.