Un Recorrido Por Los Coches De Peor Rendimiento De Los Años 50´
Los años 1950´ fue un tiempo en el cual se dio una modificación radical e innovadora en la industria de los automóviles. Se trató de una década en la cual se vio el nacimiento de coches clásicos famosos como el Chevrolet Bel Air y el Ford Thunderbird.
Sin embargo, no todos los coches de este tiempo fueron una obra maestra. Desde diseños imprácticos y extraños que claramente perdieron el enfoque en las decisiones de ingeniería y resultaron ser poco confiables e incluso peligrosos, algunos de estos coches se han ganado un lugar en el salón de la infamia.
Trabant P50
En la historia automotriz, existen coches que son celebrados por ser innovadores, por su rendimiento y calidad. Y luego, está el Trabant P50, un vehículo que se convirtió en un símbolo duradero de la Alemania del Este pero por todas las razones equivocadas.
El espantoso motor del Trabant de 17 caballos de fuerza fue sólo la punta del iceberg. Se trató de uno de los automóviles que más combustible consumió del mercado; ¡Y era impulsado por un pequeño motor de dos tiempos! Este estrepitoso fracaso como coche es el recordatorio de los desafíos y las limitaciones que enfrentaba Alemania del Este durante la era de la Guerra Fría.
Plymouth Fury
A pesar de su hermoso modelo de diseño por dentro y por fuera, el Plymouth Fury debió enfrentarse a las críticas durante sus años de producción. Esto se debió en gran parte por su control de calidad errático y los problemas de confiabilidad. Algunos dueños solían reportar fallas y problemas mecánicos, lo cual dañó la reputación de la empresa durante años.
Para peor, la economía de combustible del coche estaba desactualizada incluso para aquellos años, con el combustible teniendo un impacto a medida que los precios de éste aumentaba. La suspensión del Fury fue altamente criticada, siendo los propietarios quienes se quejaba de la conducción de manejo deficiente y una marcha rígida.
DeSoto Adventurer
DeSoto lanzó al Adventurer como un coche de lujo de alto rendimiento. Sin embargo, en realidad se trataba de un vehículo que luchó por competir con sus rivales en términos de poder y de conducción.
Uno de sus puntos negativos fue que era demasiado pesado; ¡Un Adventurer pesaba alrededor de 1800kg! El motor del coche, si bien era relativamente poderoso, fallaba al brindar rendimiento como prometía. La decepción se generó por la pobre eficiencia relativa durante un período en el cual el precio del combustible era significativamente alto. La automotriz debió enfrentarse a problemas de imagen e identidad, con el Adventurer fallando en establecer una identidad clara o una fortaleza como empresa. Aquello sólo empeoró la situación.
Nash Metropolitan
Este coche estadounidense estuvo en el mercado por casi una década, al iniciar en 1954. A pesar que la automotriz pudo vender casi 100 mil unidades, el Metropolitan sufrió varios reveses que afectaron su reputación.
Uno de los inconvenientes más notables era su tamaño pequeño. Si bien la naturaleza compacta del Metropolitan fue presentada como una ventaja para conducirlo en la ciudad y su consumo de combustible era bajo, solía ser criticado por ser tan pequeño e incómodo al conducirse. Su interior estrecho y la falta de espacio para cargamento boicoteó al Metropolitan. El pobre poder del coche con un motor de 1.2 litros no ayudó tampoco a su reputación.
Mercury Monterey
A pesar que los compradores no estaban particularmente interesados en los automóviles eficientes en términos de combustible, el Mercury Monterey de la década de 1950´ consumía demasiado combustible incluso para lo que se esperaba en aquellos años. El coche presentaba un motor enorme y poderoso de V8 que estaba sediento de combustible, lo cual lo hacía poco económico cuando aquella eficiencia lentamente se volvió relevante.
Sumado a ello, el Monterey fue criticado por su conducción y sus pobres traslados en cuanto a calidad. Su suspensión y dirección solían ser descritas como deficiente, llevando a una experiencia de conducción poco placentera. Esto se notaba en particular cuando se lo comparaba con otros de sus competidores que presentaban una conducción suave.
Renault Dauphine
El Dauphine es un pequeño sedán francés que fue presentado en el mercado para fines del año 1950´. Este Renault fue impulsado por un pequeño motor que no contaba con el poder suficiente para conducirse en la autopista, generando una aceleración lenta y velocidad limitada. ¡De hecho, el Dauphine sólo generaba 27 caballos de potencia con su pequeño motor de 0.6 litros!
Como si eso no fuera suficiente, el pobre motor llevó a que el Renault Dauphine experimentara la tendencia de sobrevirar. Eso generó que el coche sea menos estable y potencialmente peligroso, en especial en los conductores sin experiencia.
Chevrolet Corvette
El primer automóvil deportivo de los Estados Unidos experimentó un inicio complejo. Este coche fue apresurado para ser lanzado a la producción a pocos meses de su debut al público, generando graves problemas en el control de calidad. Los primeros modelos del Corvettes eran notoriamente de los peores coches en la historia del automovilismo.
Para peor, GM no pudo desarrollar un motor V8 en el tiempo que presentó el Corvette. En su lugar, el Vette del año 1953 recibió un motor de seis cilindradas Blue Flame, ¡El cual provenía de la década de los 30´! Rápidamente, General Motors corrigió sus errores y el Corvette fue mejorado a partir del modelo del 55´.
Hudson Jet
Hudson fue una automotriz estadounidense que quedó olvidad en el año 1957, y este vehículo fue una de las razones principales para llegar a ello. El Jet, ensamblado a comienzos de la década de 1950´, se enfrentó a muchos desafíos que llevaron a que su reputación sea menos que la de un coche poco deseado en su Era.
El Jet estaba equipado con una pequeña cilindrada de seis en su motor que no contaba con el rendimiento y el poder que la mayoría de los compradores esperaban. Sumado a ello, el Jet sufría de problemas de confiabilidad. Una de las cuestiones positivas de este vehículo era que fue bastante accesible económicamente, valiendo menos que sus competidores en aquellos años.
Simca Aronde
Simca, la automotriz francesa que quedó disfuncional en el año 1970, fue la subsidiaria de Fiat. La presentación del Aronde en el año 1951 fue un hito relevante para la empresa, así como fue el primer Simca que no se basó en Fiat. En retrospectiva, hubiese sido más positivo para la automotriz mantener los diseños de Fiat.
En un aspecto positivo, el Aronde solía ser valorado positivamente por su coste barato y funcionamiento económico. También era relativamente espacioso por dentro a pesar de su tamaño compacto. Empero, el diseño del Aronde solía ser considerado conservador y poco inspirador. Le faltaba estilo y perdía ante sus competidores, en especial por su diseño que evolucionaba durante aquella Era.
Henry J
El Henry J contaba con varios reveses y desafíos que contribuyeron a que su reputación sea no tan deseable a partir de la década de 1950´. Uno de sus reveses más notables fue la falta de características y opciones que aportaba. El Henry J quedó registrado como un coche compacto barato para la familia, y que mantenía bajos los costos. Pero estaba escasamente equipado.
El Henry J también se enfrentó a varios inconvenientes de rendimiento o la falta de ellos. Su motor de cuatro cilindros y 68 caballos de potencia no fueron, como mínimo, exactamente emocionantes.
King Midget Model III
De tanto en tanto, el mundo de los automóviles queda revolucionado por la presentación de un coche innovador que está adelantado a su tiempo. Eso es exactamente lo que Midget Motors esperaba al lanzar el King Midget Model III. Empero, en realidad fue diferente.
Este micro coche presentó un diseño y características únicas. Si bien contó con algunas características que atrajeron a varios compradores, la mayoría criticó al coche por su tamaño extremadamente pequeño, el cual limitó su uso diario. El King Midget Model III era mucho más un coche de novedad que uno convencional, con un espacio interior mínimo y una capacidad limitada de asientos.
Kaiser Darrin
Ya lo creas o no, el Kaiser Darrin no era tan glamoroso como podrías pensar. Seguro que, se trató de uno de los primeros coches deportivos estadounidenses que presentó un diseño elegante y llamativo con puertas corredizas distintivas. La capota convertible y el innovador diseño de las puertas lo hicieron destacar en un mercado lleno de coches más convencionales.
Sin embargo, no había tantos reveses notables. En cuanto al rendimiento, el Kaiser Darrin no fue tan competitivo como algunos de sus rivales europeos. Estaba impulsado por un modesto motor en línea de seis que sólo generaba 90 caballos de potencia. Sumado a ello, los propietarios pudieron notar rápidamente los problemas en calidad y confiabilidad.
Fiat Multipla
Pocas personas saben que el infame compacto MPV de Fiat de los años 90´ no fue el primer Multipla que se ensambló en la automotriz italiana. Ese título le cabe a este vehículo extraño, el Multipla 600, que fue presentado en el mercado a mediados de los años 50´.
El Multipla original presentó un diseño práctico y único para los años de su estreno, en el cual presentó un banco delantero y alojamiento para hasta seis ocupantes. Si bien este diseño proporcionó una excelente utilización del espacio interior, no era convencional ni universalmente atractivo. La ubicación central del asiento del conductor y la proximidad de los pasajeros generaron preocupaciones sobre la seguridad y la comodidad. El coche también desarrollaba poca potencia y producía menos de 25 caballos de fuerza.
Nash Rambler
El Nash Rambler polarizó el mundo automotriz en el año 1950. Muchos fanáticos de los coches admiraron su tamaño compacto, el cual lo volvía muy eficiente y encajaba en su rol para ser conducido en la ciudad. Ese fue uno de los primeros ejemplos de coche compacto diseñado para el mercado estadounidense, lo cual anticipó la demanda de coches más pequeños y económicos.
A pesar de ello, el Nash Rambler también tenía sus aspectos negativos. El más relevante era su rendimiento. Los primeros modelos, en especial aquellos con motores más pequeños, fueron criticados por su falta de aceleración y poder en general. ¡El motor en línea de seis y 2.6 litros fallaba a la hora de mantener el ritmo en medio del tráfico en las autopistas!
Hillman Super Minx
El Hillman Super Minx, ensamblado desde finales del año 1950´ y a lo largo de 1960´, fue un coche de tamaño medio familiar con una reputación variada. Por una parte, el Super Minx era conocido por su interior espacioso y asientos cómodos, los cuales lo volvió exitoso entre las familias. Presentó una zona trasera relativamente amplia y espacio para el cargamento, ideal para los viajes por el campo.
No obstante, el Hillman Super Minx estaba completamente por debajo de su rendimiento. El modelo base apareció con un modelo de motor de 1.6 litros, mientras que la versión poderosa exhibió un motor igual de aburrido de 1.7 litros debajo del capó. Eso lo volvió menos competitivo en términos de velocidad y poder, comparado con algunos de sus rivales.
Morris Minor 1000
A pesar de su reputación variada, esta belleza producida desde finales de 1950´ y a lo largo de 1960´ se convirtió en un ícono. El Morris Minor 1000 era tan duradero como lo podía ser un coche, gracias a su construcción robusta y simple, como con una transmisión espartana.
Sin embargo, contaba con muchos reveses. Una de las cuestiones más criticadas fue su rendimiento. El Morris Minor 1000 fue impulsado por un pequeño motor que le proveía de una aceleración modesta en el mejor de los casos. El diseño del coche, si bien era funcional y práctico, solía ser considerado conservador y desactualizado. En un primer vistazo, el Morris Minor 1000 parecía pertenecer a la década de 1940´.
Austin A40 Sports
¿Quién no querría un convertible barato y con estilo? Este es el Austin A40, un coche compacto con un giro divertido y deportivo. Es conocido por su bajo coste y funcionamiento económico. Continuó siendo una elección práctica para los clientes conscientes de su presupuesto y con un guiño al estilo.
Desafortunadamente, una de las críticas más grandes era el poco rendimiento del coche. El A40 estaba impulsado por un motor de cuatro cilindros que a penas generaba 40 caballos de fuerza. A pesar de su carrocería de aluminio, se mantuvo ligero y no era lo suficientemente poderoso como para lograr una conducción enérgica.
Citroën 2CV
¡Ya sea que lo creas o no, este clásico francés permaneció en la línea de producción durante casi medio siglo! Nos rendimos ante uno de los automóviles más únicos y extraños de todos los tiempos. El 2CV fue celebrado por su simplicidad y robustez. Fue diseñado para ser un coche utilitario que podía atravesar caminos complejos y condiciones adversas por su robusto sistema de suspensión.
¡El 2CV estaba equipado con un motor pequeño de 600cc que sólo generaba 29 caballos de potencia! Como resultado de ello, este pequeño coche luchó por mantener su velocidad, y la conducción en autopistas era casi imposible para él.
Borgward Isabella
Esta coupé con estilo es el Borgward Isabella, un coche producido desde finales de la década de 1950´ y a lo largo de 1960´. El Isabella solía ser aclamado por su diseño de estilo y construcción sólida. Presentó un exterior elegante y atractivo, en comparación con el diseño conservador de sus competidores. El interior del automóvil era espacioso, con acabados de alta calidad que le daban un toque mejorado.
La gran crítica de este coche es que le faltaba rendimiento. La fuente de poder de cuatro cilindros sólo generaba 75 caballos de potencia. Como resultado, el vehículo fallaba en cumplir con las expectativas. Después de todo, su predecesor fue impulsado por un motor de cuatro y 1.8 litros.
Lancia Appia
El Lancia Appia llegó al mercado en el año 1953, como reemplazo del igualmente precioso Ardrea, el coche insignia de la automotriz en la época de post guerra. El Appia presentó un motor avanzado e innovador, desde su suspensión sofisticada al motor V4, el cual no se sabía hasta entonces.
Por el contrario, el Appia sufrió de una practicidad terrible. El gran inconveniente con éste fue su limitado espacio interno. El Appia era un coche compacto con casi espacio nulo en los asientos traseros -para la versión de salón de 4 puertas-. A su vez, Lancia también le colocó un precio al Appia que era mucho mayor al de sus competidores.