Un Pequeño Submarino Descubrió Un Objeto Misterioso En Un Lago De Ontario
Un equipo de buscadores de tesoros recientemente partió para descubrir una cuestión que se había perdido hacía años. ¿Su meta? Desenterrar algo que se había perdido desde la Guerra Fría.
Allá por el año 1950, el gobierno canadiense se dedicó a destruir todos los restos que se encontraran intactos en el fondo del Lago Ontario. Esta es la historia del objeto y de las personas que lo encontraron.
No sabían si iban a encontrarlo
En agosto de 2017, un equipo de investigadores canadienses en el OEX Recovery Group Incorporated decidieron ir en búsqueda de algo que habían escuchado que podría haberse perdido hace años en el Lago Ontario. El proyecto Arrow nació con el propósito de encontrar lo que sea que tenga valor en el suelo del Lago Ontario.
El plan era el de investigar ciertas áreas que podrían tener un objeto como tal. Con mucho dinero en juego, el equipo apostó a perder su financiamiento si no lo recuperaban a tiempo.
Los locales sabían que habían visto algo
Mientras que el equipo de investigación necesitaba tomar medidas para acelerar un proceso aparentemente abrumador, no tenían totalmente claro con lo que lidiaban. Lo único que tenían por seguro era que en 1950 algunos locales habían visto un objeto que se desvanecía en el lago.
Historias sobre el misterioso objeto en el lago se propagó por todas las personas de Ontario hasta que el equipo tomó impulso y decidió ir en su búsqueda. Hacer todo lo posible para deducir en qué se basaría el objeto en la información antigua de los locales fue una hazaña complicada.
El lugar exacto
Según los locales, el lugar exacto en el que aterrizó el misterioso objeto estaba cerca del Point Petre. Una parte de Prince Edward County en la localidad de Ontario, una zona favorita de muchos turistas. El lugar clave exhibe una conservación de la vida salvaje, un escenario hermoso y un gran lugar para el avistaje de pájaros.
Los amantes de la naturaleza en particular disfrutan de viajar hacia aquella zona por las increíbles formaciones rocosas y el agua cristalina. Los fines de semana, los visitantes pueden disfrutar de acampar cerca del agua y calentarse alrededor de una fogata.
La nueva tecnología viene cada vez en un tamaño más pequeño
ThunderFish, lo que aparece en la imagen superior, es un mini submarino que opera de manera remota. Un aparato sonar dentro del submarino captura imágenes en alta resolución. Estas imágenes guiaron al equipo en su primera investigación submarina en búsqueda del objeto perdido.
Los objetos que se encuentran bajo el agua han generado algunos rumores bastante interesantes en el área. En 2013, se extendieron rumores sobre una base dirigida por extraterrestres que existe en el fondo del lago Ontario. El equipo no estaba allí para verificar la presencia alienígena. En cambio, estaban tratando de resolver un misterio de décadas.
El lago Ontario es multinacional
El lago Ontario es tan grande que tiene costas en ambos lados de Estados Unidos y Canadá, y es el quinto lago más largo de Norte América, al igual que el 14to más largo en todo el mundo. Las cataratas de Nueva York son afluentes en las costas este y sur. El lago cubre cerca de 7.500 pies cuadrados y es de 280 pies de profundidad.
El lago nutre a casi 100 playas. Es demasiado grande como para congelarse por completo a pesar de que su superficie se ha congelado al menos en cinco ocasiones según el cuidador Lake Ontario Waterkeeper.
El lago hace años que existe
Hace más de 11 mil años atrás, la Edad de Hielo estaba por acabar. En aquel tiempo, el Glaciar Laurentide que en algún momento cubrió todo Canadá, se derritió formando el Lago Iroquois. A medida que el derretimiento continúa, el agua comenzó a desembocar en el Océano Atlántico.
En simultáneo a que las rocas y las islas debajo del agua comenzaron a posicionarse en el lago, y más cantidad de agua llegó al Atlántico, la formación del lago y su tierra de los alrededores comenzaron a formarse, dejando atrás el lago Ontario que conocemos en la actualidad.
El equipo de investigación descubrió algo
Debido a la gran enormidad del lago, este equipo supo a lo que se enfrentaba. La emoción de descubrir que el ThunderFish había encontrado algo era inmensa. Al mirar de cerca las imágenes que el sonar había enviado, se dieron cuenta de lo que por fin habían encontrado.
El objeto perdido era un prototipo miniatura de un avión de 1950. Luego de haberse perdido, los ingenieros nunca replicaron el objeto. Completamente sumergido en el agua, los científicos no tenían idea de lo que habían encontrado en aquel entonces una figura de hace más de 60 años.
Todo comenzó en 1946
El prototipo que colisionó tuvo un potencial serio durante los años de la Guerra Fría. El gobierno canadiense buscó desarrollar un caza a reacción supremamente destructivo. Este prototipo era para lidiar la milicia canadiense, que se había aliado con los Estados Unidos ante los estados comunistas de Rusia.
Mientras tanto, los Soviéticos estaban ensamblando un avión que podía volar sobre el Ártico y hacia Estados Unidos y Canadá. El avión de combate era su defensa contra los inminentes ataques aéreos.
Una planta de V Roe crea un Clunk
La firma canadiense Avro Canadá, llamada A.V. Roe Canada, fue sometida a una prueba dentro de una estructura como repuesta a los aviones que habían trabajado en Rusia. Los trabajadores ensamblaron así el Avro CF-100 Canuck, denominado Clunk.
La fotografía superior muestra múltiples Clunks ensamblados y formados en fila. El avión fue lanzado en 1953 y permanece activa en la milicia hasta los años 80´. En la actualidad, este artefacto es exhibido en Duxford, Inglaterra como uno de los más raros y más preciados.
Más duro, mejor, más rápido y más fuerte
Poco después de que se lanzara el modelo Canuck, la noticia que surgió fue que los rusos estaban desarrollando un avión que era aún más tecnológico y que contaba con más velocidad. La fuerza aérea canadiense necesitaba algo más fuerte.
Cuando se lanzó el Canuck, la fuerza aérea canadiense ya estaba desarrollando a su sucesor. El RCAF creó un reporte para cómo hacer para improvisar el Canuck, un plan que dio inicio a lo que luego sería el Avro Canada CF-105 Arrow, un avión que podía volar a 50 mil pies y a una velocidad de 1.500 millas por hora.
Aquí sucedieron algunas pruebas de lanzamiento
Entre 1953 y 1957, nueve prototipos del Avro Arrow fueron creadas. Una de las notables características del Arrow es que era largo y con alas con forma triangular. Estas alas delta eran nuevas para entonces y eran construidas para permitir que el artefacto superara la velocidad del sonido.
Los prototipos eran de diez pies de largo y con siete pies de ancho. Construido para funcionar con combustible sólido, los prototipos fueron lanzados desde Point Petre, sí lo adivinaste, cerca del lago Ontario.
No era algo supremo después de todo
Luego de algunas pruebas iniciales, los ingenieros le agregaron una cola de cono y modificaron sus alas y frente. Una vez que superaron las pruebas, la construcción del artefacto en su tamaño verdadero comenzó en 1955. En octubre de 1957, un modelo del Avro Arrow fue lanzado. Casi al mismo tiempo, el 4 de octubre de 1957 para ser exactos, los rusos tomaron el liderato en su carrera al espacio, con el Sputnik 1.
El satélite fue el primero en orbitar la Tierra, asombrando al mundo por su éxito. Para peor, el proyecto RCAF de Avro Arrow cayó por completo en 1959.
No quedó ningún rastro
En lugar de continuar facturando dinero en el que se estaba convirtiendo el Arrow, el gobierno canadiense decidió comprar el avión McDonnell F-101 Voodoo y misiles Bomarc B de los Estados Unidos. 30 mil personas quedaron sin trabajo por esto.
Todos los dibujos, los modelos, y otra información sobre el Avro Arrow fue destruida para prevenir su réplica. El único esbozo del proyecto que no tomó conocimiento público quedó hundido en el fondo del lago Ontario.
El líder de la misión
John Burzynski, un minero de oro con Osisko Mining, encabezó el proyecto Raise The Arrow. Durante una entrevista, él manifestó, "como exploradores profesionales en el negocio de la minería, iniciamos el programa hace un año con la idea de devolver una pieza perdida de la historia canadiense al público canadiense".
El equipo se reunió con un testigo visual que había visto los prototipos en los años 50´. Jack Hurst le aseguró al equipo que estos pequeños artefactos sólo estarían a una milla de distancia, dado que sólo se habían movido unos pies.
Algo en el fondo del lago
John Burzynski lideró el equipo a variadas áreas donde había muchas posibilidades, y luego de varias semanas de investigación, llegó el éxito. El ser capaz de localizar un prototipo de hace 60 años al utilizar la tecnología líder canadiense restauró parte del orgullo que podría haber sido dañado en aquellos años de la Guerra Fría, cuando los rusos eran difíciles de equiparar.
Cubierto de mejillones cebra, el primer modelo fue encontrado en el piso rocoso del lago a finales de agosto del 2017. El devolverlo a tierra firme sería un proceso gradual.
El bucear es mucho más complicado de lo que pensamos
Los buzos fueron mandados al océano para remover los escombros y evaluar el objeto. Según USGS, "Los mejillones cebra son un molusco invasivo del tamaño de una uña que es nativo de las aguas dulces en Eurasia, -Ellos- probablemente llegaron a los grandes lagos en la década de 1980 a través del agua de lastre que fue descargada por grandes barcos desde Europa.".
Habiéndose expandido rápidamente por los grandes lagos, no es sorprendente que los buzos tengan que tener cuidado para eliminar estos mejillones que caso habían cubierto los prototipos en las últimas décadas.
Encontrar el objeto sólo hacía el 50% del trabajo
Los buzos debían desenterrar el objeto lo suficiente como para asegurar una polea por debajo de su pesada estructura. La complicación residía en que se requería de trabajadores entrenados para que se mantengan en el fondo del lago. El lago Ontario tiene una profundidad máxima de 800 pies.
La única manera en la que un buzo puede alcanzar una profundidad más allá de los cien pies es utilizando un traje atmosférico. La tecnología no sólo se necesitaba para encontrar estas piezas sino también para aumentar las capacidades del equipo y que salieran saludables.
Un año de remover escombros
Una vez que los prototipos fueron rescatados, fue mucho más sencillo para continuar el proceso de limpiado del objeto para inspeccionarlo mejor. A pesar de todo, el poder transportar el modelo a la tierra iba a tomar mucho más tiempo del que se había asumido.
A pesar de los descubrimientos iniciales que se habían hecho con el sonar poco después de que el equipo de investigadores se lanzara en 2017, no fue hasta un año más tarde que el objeto llegó a tierra firme. Una vez que el pesado ítem había quedado incrustado en el fondo del gran lago, no podía ser simplemente arrancado de allí.
Una imagen que valió mil palabras
Mediante el uso de un esquema adecuadamente escalado, los miembros del equipo pudieron comparar el objeto encontrado con los prototipos que se habían perdido en la década del 50´. Incluso después de años de reacciones químicas con el agua, la estructura se parecía claramente a Arrow.
Lo que más sorprendente fue era lo intacto que estaba el artículo. Aunque solo eran prototipos a pequeña escala, era importante hacerlos lo más duraderos posible. Sin la tecnología actual, probar estos modelos era la única indicación de cómo volarían los aviones.
El hombre que lo había visto todo
Una publicación de Raise The Arrow en Facebook lee, "Jim Johnson, miembro de las pruebas en Point Petre desde 1952 a 1957, identifica el modelo en el Museo de Aviación y Espacio de Canadá en Ottawa más temprano en el día".
El hombre en casaca azul fue uno de los ingenieros que mandó estos modelos al lago. Al completar su propio círculo, actualmente trabaja con el equipo que los devolvió a tierra para verificar su éxito.
Las aguas del Lago Van
Este es un maravilloso lago en la actualidad en Turquía que se llama Lago Van y es conocido por su increíble agua turquesa. Las personas se han acercado al lago durante décadas para admirar la majestuosa naturaleza. Este segundo lago está localizado junto a una impresionante montaña gigante, con un follaje verde y con una iglesia antigua que se asienta en la vera de la colina.
En este punto, la arquitectura y la naturaleza se juntan para crear un paisaje que es parte hecho por el hombre y parte inspirado por una divinidad.
Una erupción volcánica
En tiempos pasados, un volcán entró en erupción y un flujo de lava acabó bloqueando el Lago Van en sus alrededores. Este lago es realmente alto en su contextura, tiene más de 1,63 kilómetros sobre el nivel del mar. La mayoría de los cúmulos de agua a esta altura se congelarían, pero el Lago Van tiene una salinidad tan alta que se mantiene fluído y líquido, aún con nieve a su alrededor.
¿Puede que sea eso que originara lo que sea que está en el fondo del lago y acabara allí por el volcán?
Una marea que crece
El Lago Von se formó hace 600 mil años. Y como puedes imaginar, la Tierra se veía totalmente diferente en aquel tiempo. Los niveles de agua de este lago se incrementaron desde que se formó.
Es altamente posible que el artefacto en el fondo del lago estuviese seco en algún momento sobre la tierra, pero que el agua creciente eventualmente lo atrajo y lo hundió en su estructura. Quizás nunca sepamos la verdadera razón porque este lago mantiene muchos secretos.
Un tesoro escondido
Los científicos siempre estuvieron fascinados con el Lago Van por lo antiguo que es. Las personas han estudiado este lago durante décadas intentando descifrar un poco más sobre su historia y sus raíces.
Los especialistas se enfocaron en la química y la geografía del lago, y no notaron ninguna estructura gigantesca en los confines del Lago Van. Si un evento trascendental no hubiera sucedido, es posible que esta estructura nunca se haya descubierto.
Un reinado antiguo
Los mapas del siglo 9 se veían muy distintos a los de hoy en día. Aquí puedes apreciar al Lago Van y que en un momento estuvo muy cerca de Tushpa, la capital de Urartu. Durante la Edad de Hierro, Urartu era un reino muy creciente.
El reinado se mantuvo activo desde los años 860 a 560 A.C., por lo menos, eso es lo que cuenta la leyenda. Sin embargo, no existe una evidencia física de que el reinado haya existido. No había evidencia de nada... hasta ahora...
Una nueva expedición
En el 2017, un grupo de arqueólogos, historiadores y fotógrafos viajaron al Lago Van basados en una intuición de que podrían descubrir algo maravilloso. Ellos habían escuchado historias sobre un reino antiguo y cuyas estructuras podrían o no, haber quedado dentro. Pero no tenían idea de que si esas historias eran verdaderas o no.
El curioso equipo pensó que no harían nada mal en explorar. Si es que no encontraban los artefactos, por lo menos podrían aprender un poco sobre el lago.
Una misión previa
Este lago había estado hacía muchos años, por lo que los exploradores e investigadores pensaron que quizás exista algo que yacía en las profundidades. Ellos planearon durante semanas la búsqueda y de alguna prueba del antiguo reino.
En 1950 y también en los 60´, los investigadores se habían embarcado en una misión similar. Y cuando lo hicieron, encontraron algo muy interesante... continúa leyendo para descubrir más sobre lo que encontraron...
Una nueva mirada a un sitio antiguo
En los años 50´, los científicos estaban al tanto de que parte de una estructura antigua podría yacer en el fondo del Lago Van. Ellos habían escuchado que la estructura se había construido durante la Edad Media entre los años 476 y 1450 D.C. En los 50´ y en los 60´, los científicos no tenían acceso a ese tipo de tecnología con la que contamos en la actualidad, aquellos equipamientos que son necesarios para este tipo de descubrimientos submarinos.
En una segunda expedición en el año 2017, los científicos pudieron descubrir mucho más que sus antiguos colegas.
El equipo A
El grupo de arqueólogos, fotógrafos, e investigadores se unió con varios de los mejores buceadores del área. Este equipo se creó gracias a la Universidad de Yan Yuzuncu Yil. Esta universidad fue fundadora de las expediciones bajo el agua y estudios relacionados con el Lago Van.
Todas estas personas partieron para descubrir más en profundidad sobre el lago. Poco sabrían que para realizar este descubrimiento, iluminarían la historia completa de las personas.
La ciudad perdida
Este lago había sido un lugar recurrente para los exploradores del mundo durante décadas. Las personas se habían trasladado allí en búsqueda de una ciudad perdida desde hace años, similar a la Ciudad de Atlantis. Los buzos habían encontrado botellas antiguas, pedazos de vidrio, algunas piedras interesantes, pero ninguna evidencia de civilización.
El equipo de investigadores no estaba esperando encontrar algo mágico como la Ciudad de Atlantis, por lo que cuando lo hicieron, no podían creer lo que veían.
Un descubrimiento maravilloso
El equipo colocó sus elementos de buceo juntos y dejaron listas sus cámaras. Ellos se sumergieron en el fondo del agua del Lago Van, donde encontraron el reino perdido.
La búsqueda entera fue totalmente emocionante, sobretodo a sabiendas de la importancia del descubrimiento. Ellos esperaron encontrar algo interesante pero el hallar una construcción de hacía 3 mil años era pedir demasiado. Su búsqueda acabaría siendo un resultado increíble para la historia antigua.
El que busca, encuentra
En el fondo del mar, en el lecho marino del lago yacía un inmenso castillo que se había preservado de manera perfecta por el agua salada después de tantos años. Los buzos e investigadores habían iniciado la búsqueda hacía mucho y con mucho esfuerzo, y su recompensa por su dedicación era esa. Era un momento que ninguno de ellos iba a olvidar.
La cabeza del equipo de buceo, Tashin Ceylan, había pensado una misión completamente diferente, por lo que quedó especialmente sorprendido tras el hallazgo.
¿Quién más buscaba en las profundidades?
Ceylan no estaba en búsqueda de un castillo, él buscaba un monstruo. Existía un rumor de que había circulado durante siglos una especie de criatura mítica en en Lago Van y que vivía allí.
Ceylan manifestó: "Había un rumor de que quizás había algo debajo del agua, pero la mayoría de los arqueólogos y museos oficiales nos comunicaron que no encontraríamos nada". ¿Creen que Cylan estaba detrás de algo?
El tamaño de la cosa
En el fondo del lago, un castillo antiguo yacía entre toda la tierra y en condiciones impecables. El equipo se preguntaba cómo era que el castillo había llegado al fondo del lago, por lo que comenzaron a encontrar pistas para examinar.
Las paredes del castillo tenían 4 metros de alto y la estructura era de más de 1 kilómetro de largo. Los investigadores se preguntaban cómo era que un castillo tan grande podría terminar en el fondo del lago sin ninguna documentación de lo que había sucedido.
Una respuesta a años de preguntas
Este castillo parecía ser la evidencia del reino perdido de Urartu, un reino que definitivamente existió. El equipo había descubierto nueva evidencia que podría enseñar un gran suceso de la Edad de Hierro.
El área de los alrededores del lago era conocido también como el Reinado de Van. Éste había existido desde el siglo 9 al 6 A.C. Los científicos del equipo generaron la hipótesis de que el reinado había sido destruido por el incremento de las aguas del lago.
Aprendiendo un poco más de los Uratians
Los científicos creen que cuando los Uratians construyeron el castillo, los niveles del agua del lago eran increíblemente bajos. Aquellas personas creyeron que quizás era una buena idea la de construir el reino cerca de un recurso natural como el agua, aún cuando este agua era salobre.
Quizás haya más estructuras de los Uratians en el fondo del Lago Van lo cual significa que se necesitaban hacer más exploraciones.
Mirando los números
Algunas de las secciones del castillo aún se mantenían fuertes, mientras que otras paredes se habían desintegrado por completo en pilas de rocas perdidas. Otras áreas del castillo y de la ciudad que la rodeaba yacían dispersas en la vera del lago.
Los científicos comenzaron a prestarle atención a la información conseguida. Ellos midieron todas las paredes de pie y se preguntaron qué tan profundo fueron enterrados en el fondo del lago. Cuanto más descubrían, más preguntas tenían.
¿A quién le podría pertenecer este castillo?
El descubrimiento del castillo le dio respuesta a un montón de preguntas, pero también trajo muchas más. El equipo quiso aprender más sobre las personas que lo habían construido. También querían saber quién fue el que vivió dentro antes de que fuera tragado por el lago.
Luego de inspeccionar las paredes del castillo durante un tiempo, el equipo de Ceylan descubrió la pintura de un león tallado en la roca.
Diferentes opiniones
Tiempo atrás cuando Urartu era un reino que crecía, utilizaban la silueta de un león para representarse a ellos mismos. En un principio, los arqueólogos del equipo creyeron que esto era una evidencia irrefutable de que era un castillo Uratian, pero otro arqueólogo de nombre Geoffrey Summers tenía una opinión diferente.
El explicó: "Parece más algo medieval que del reino Uratian". Si Geoffrey tenía razón, esto podría significar que el castillo que aún se mantenía en pie -fuera del lago- era del período medieval.
Más expertos
Los investigadores determinaron que algunas de las piedras que los Uratians solían utilizar para construir sus castillos eran originarias del período medieval. Los Uratians reciclaban los materiales de estructuras previas.
Un profesor de arqueología en la Universidad de Marmara explicó: "Las paredes parecen medievales o de un período antiguo al Urartu. Los Uratians nunca utilizaron un material entre las piedras de la pared del sillar para conectarse entre sí". En ese punto en la misión, parecía que todos tenían una idea diferente de quién era el que había construido ese castillo.