Un Hombre Ahorró Centavos Durante 45 Años Hasta Que Se Decidió a Tomar Una Decisión
Las personas que habitan el mundo tienen diferentes aficiones. Para algunos es coleccionar estampillas, otros con más poder adquisitivo quizás quieran coleccionar coches, e incluso levantar toda una habitación en su casa para su colección de arte. Sin embargo, son muchos otros los que tienen la costumbre de ahorrar dinero a través de pequeños centavos a lo largo de los meses.
Este hombre se encontró en una posición inesperada al momento en que comenzó a ahorrar algunos centavos al mes, lo cual 45 años más tarde lo colocó en una posición inesperada que te revelaremos a continuación.
No Era Un Cliente Como Tantos Otros
En todas partes del mundo, los clientes cuando ingresan al banco es por motivos económicos. Ya sea porque necesitan abrir una cuenta en el lugar, retirar parte de su dinero para un proyecto, o simplemente para anoticiarse de su situación bancaria, estos individuos no suelen resaltar entre el público.
Empero, un hombre de los Estados Unidos ingresó a la entidad bancaria con una carretilla por detrás de él, la misma que a medida que se acercaba a la ventanilla rechinaba más y más. Y al acercarse a la cajera le mencionó: "No sé cuando hay allí, he estado ahorrando centavos que encontré en la calle durante 45 años".
¿Quién Era El Inesperado Sujeto?
El protagonista de esta historia era un hombre común y corriente de 73 años que vive en la ciudad de Jackson, Estados Unidos. Otha Anders era supervisor en la escuela Jackson School Board y su trabajo consistía en cuidar de los niños que quedaban suspendidos de sus actividades.
En cuanto a su familia, estaba casado y tenía hijos, los cuales le generaban un ambiente constante de amor y cariño. Y puede que la única característica extraña de Anders era la de hacer crecer sus cejas más de lo común.
La Obsesión Que Fue Creciendo Dentro Suyo
En un día común y corriente de su vida, Anders vivió un punto de inflexión que impactó de lleno en lo que sería su futuro lejano. Como en una cuestión repentina de obsesión, el hombre mayor explicó: "Me convencí de que localizar una moneda perdida en la calle era un incentivo adicional de Dios para recordarme de ser siempre agradecido".
Con ese pensamiento en su cabeza, Anders vivía su vida con la atención constante de quizás estar topándose con una moneda. Sobre ello recuerda: "Existieron días en los que no pude rezar, y en la cual una moneda perdida aparecía como para hacerme acordar de hacerlo".
¡Le Comenzó a Rezar a Las Monedas!
Todos conocen la costumbre de que las monedas suelen ser los objetos que arrojas a una fuente de agua para pedir un deseo en cualquier parte del mundo en la que te encuentres. Pero para Otha Anders, las monedas era un elemento al cual se debía rezarles. Ya de por sí era una persona religiosa, pero la obsesión con las monedas echó raíces en él.
En cualquier momento de su vida en el que se encontrara, buscaba monedas en el suelo, como si se tratara del regalo personal de Dios hacia su persona.
Una Tradición Que No Supo De Límites
Seguramente que cuando Anders recogió su primera moneda a lo largo de su vida, con el pensamiento religioso vinculado a ésta, no sabría que continuaría con esta extraña práctica a lo largo de 45 años. Reconózcanlo, seguramente has agarrado una moneda del suelo, pero salir de tu casa con la intención de ello es alocado.
Con el mensaje de que la moneda era un regalo de Dios hacia él, Anders decidió dejar de gastar las monedas que se encontraba, y en su lugar, las comenzó a ahorrar.
Otras Maneras De Conseguirlas
Aquellas monedas extraviadas por el camino no eran las únicas a las cuales Anders apuntaba a lo largo de su vida. Cuando él se dirigía a una tienda a comprar algún elemento o comida y pagaba con billetes, intentaba asegurarse que el cambio que le dieran tenga monedas de por medio, a lo sumo de tres a cuatro de éstas.
En cuestión de semanas, todos sus amigos y familiares identificaron las nuevas conductas de Anders, y lejos de parecerles extrañas, estaban contentos con lo que éste ahorraba.
Una Misión En Concreto
La obsesión de Anders llegó a tomar posesión de su vida a tal punto de que aseguraba: "No gastaré ni una de las monedas que tengo. Rompería un dólar billete antes de dar una moneda".
En ese período, el hombre empedernido ya se hacía famoso en la escuela por su devoción por la monedas, a tal punto que los jóvenes le ayudaban con su cometido, tal como hacía su esposa y amigos. Pero él explicó: "Nunca le permitía a nadie, ni siquiera mi esposa, que me de monedas sin ser recompensada".
Una Cifra Ya Incalculable
Imagínate que cuando tú mismo te decides a ahorrar un poco de dinero y comienzas a apartarlo en una bolsa, frasco o un cajón en tu hogar ya resulta complicado saber a ciencia cierta cuánto dinero has ahorrado, cuando llegó el momento de llenar frascos y frascos con monedas para Anders, al poco tiempo perdió noción de la cifra.
En su hogar existían demasiadas monedas recolectadas, por lo que no tenía idea ni de cuántas tenía, ni siquiera del valor. Pero estaba cerca de averiguarlo.
Cuando Ya No Puedes Contarlas... Las Pesas
Usualmente sucede en el ámbito económico que cuando una cantidad enorme de billetes no pueden ser contados, por temas de tiempo, se pesa el dinero para tener un estimativo. En el caso de Anders no era cuestión de tiempo, sino de que la tarea de contar las monedas era simplemente imposible.
Con los años, Anders continuó con la práctica hasta que pudo llenar cinco galones de envases de agua plásticos con monedas. Y él hubiese continuado con su costumbre, pero una situación dentro de su hogar lo dejó devastado a tal punto de cambiar la práctica.
Un Problema Inesperado
Así como cuando Anders inició el camino de la recolección de monedas no tenía un objetivo claro por el cual hacerlo, y luego se convenció del significado religioso que ello tenía, un gran inconveniente se le cruzó en el camino que desvió su tan ansiado plan de recolectar monedas.
Ya para ese momento, la cantidad de dinero del cual disponía Anders en moneda podía ser considerado como un bien dentro de su hogar que podía ser asegurado por una entidad aseguradora. Aunque al aumentar más y más su extraña fortuna, aquel fue un problema, y no querían asegurarle dichas monedas.
El Punto De Inflexión En Su Meta
Si bien la recolección de monedas era un hecho y su colección crecía más y más en número, el gran inconveniente de que la compañía aseguradora no le pudiera cubrir toda la pequeña fortuna que había acumulado en su hogar hizo dudar a Anders de continuar con su práctica.
En caso de cambiar de locación el dinero, ¿Dónde sería lo más seguro para colocarlo?. Y a su vez, ¿Cómo sabría cuánto dinero tenía en los envases de agua?
El Caso De Otro Coleccionista De Monedas Lo Entusiasmó
Cuando se le presentó la encrucijada, Anders recordó haber leído de un coleccionista de monedas que había vivido una situación similar a la que él mismo estaba atravesando. Y en aquella historia, la persona en cuestión había amasado una fortuna de un millón de dólares al vender todas sus monedas.
Aquello se debió por la razón que dentro de las monedas, el coleccionista anónimo había tomado posesión de la Lincoln Wheat Penny del año 1943. Debido a un error en la moneda, ésta se volvió muy valiosa y su coste aumentó año tras año. Empero, Anders sabía que sus monedas eran en su gran mayoría de la actualidad.
Diferentes Tipos De Monedas
Los monedas más extrañas son aquellas que durante cierto período de tiempo presentan alguna deformidad o rareza por una falla en la producción y que obviamente no están repartidas por todo el mundo sino que su cantidad es bien escasa.
En adición, la mayoría de las monedas están elaboradas con metales preciosos como oro, plata, platino y paladio, incluso cobre, los cuales fluctúan en su valor a lo largo de la historia, pero suelen mantenerse más valiosos que el dinero en sí.
Las Monedas Menos Valiosas Son Las De Aluminio
Aquellas monedas que están elaboradas con aluminio son las de menos valor en el mercado. Para sorpresa de muchos, el valor de estas monedas puede ser aún menor si el gobierno que las emite deja de emitirlas.
Con todo estos detalles sobre el mundo de las monedas y las colecciones aclaradas, ¿De qué tipos de monedas se trataban las de Anders? Definitivamente contaba con el volumen, pero ¿eran valiosas?
Analizando Las Monedas
Para poder saber con que tipo de monedas contaba y si algunas de las miles que estaban bajo su posesión mantenía un valor significativo, Anders debía trasladar todos sus envases de plástico hacia el banco más cercano, en ese caso el Ruston Origina Bank de Los Ángeles.
En aquel momento es que Anders llamó a dos de sus amigos más cercanos para poder cargar las monedas en una camioneta, las cuales eran increíblemente pesadas. ¡Fueron 15 los envases de plástico llenos de monedas que cargaron en el vehículo!
No Juzgues a Un Libro Por Su Portada
Al momento en el que Anders ingresó en el banco, la cajera que finalmente lo atendió no podía entender cómo es que ésta persona con varios envases de plástico rellenos de monedas se presentaba en su lugar de trabajo. Ella quedó confundida al momento de ver la gran cantidad de monedas que llevaba.
Cuando se acercó hacia el escritorio para poder cambiar su dineral en billetes, y con mucho miedo a que tomaran acciones contra él, no supo responder la pregunta de la trabajadora: "¿Cuánto dinero es?"
No Era Un Día Como Cualquier Otro
Mientras toda la transacción se desarrollaba, el mismo vice presidente de la entidad bancaria, Jennie Cole, le comentó a los periodistas a posterior del incidente de que no se trataba de un día común y corriente en el trabajo. Y que la situación de que Anders se presentó con todas sus monedas había cambiado la jornada para todos.
La respuesta que Anders le dio a la trabajadora bancaria fue precaria: "No sé exactamente cuánto hay. Supongo que medio millón". La única respuesta ingeniosa de la representante del banco fue: "¿Y pretendes que cuente medio millón en monedas para ti?".
Se Necesitaba Una Autoridad Superior
Como la situación parecía inviable y sin ninguno de los dos personajes capaces de encontrar una solución a la cantidad de monedas que Anders había llevado, luego de caer en la realidad, agregó: "Sé que es una cantidad de locos pero es una colección muy querida para mi y necesito cambiarla. Créeme, si me las hubiese podido arreglar por mi mismo, me quedaría las monedas para siempre".
Para aquel punto, el descreimiento de la cajera se transformó en compasión, pero aún sin saber como actuar, llamó a su jefe.
El Jefe Del Banco Escondía La Clave...
La manera de contar todas esas monedas sin que Anders perdiera de vista cada una de ellas y que se pudiera realizar en un establecimiento del banco parecía una locura. A pesar de ello, de alguna manera se tenía que resolver toda la situación con las monedas que Anders había recolectado con el pasar de los años.
Al llegar el jefe de la sucursal, y darse cuenta de la situación que estaba alborotando a todos los presentes en el local, encontró en el inesperado cliente un poco de tranquilidad. Es que conocía muy bien a Anders...
Todos Quisieron Ayudarlo
Resultó ser que Anders no era un completo extraño en la entidad bancaria, sino que era un cliente leal que no había registrado ningún tipo de inconveniente durante todas las veces que había pisado aquel local.
El jefe del banco se decidió a ayudarlo de manera casi instantánea. Y recuerda haber pensado: "Le damos valor a todo lo que hace, al igual que respetamos a todos los clientes". Pero también agregó: "Si es que podemos ayudar a Anders con sus tareas, estaremos felices de hacerlo". ¿Qué sucedería a continuación?