Padres Con Dos Hijos Varones Rezaron Por Una Hija Pero Nunca Podrían Esperar Lo Que Sucedió
El famoso dicho reza "ten cuidado con lo que deseas porque puede que se cumpla". Al sur de California, la pareja conformada entre Angie y Gino pidió un deseo y se le cumplió lo que querían... y mucho más!
Los dos vivían una vida feliz y saludable con sus hijos. Y mientras que la familia sí estaba a gusto con la situación, Angie y Gino no podían evitar pensar que algo más les faltaba... una hija mujer. Esta es la historia de Angie y Gino y su deseo que se volvió realidad, y cambió por completo su vida!
Angie y Gino soñaban con convertirse en padres
Algunas personas parecen estar hechas a medida para ser padres, como Angie y Gino. Cuando la pareja se casó, ellos estaban deseosos de comenzar una familia. Desde el primer momento, ellos sabían que querían tener hijos y no podían esperar para agregar más miembros a su ya feliz familia.
No pasó mucho tiempo hasta que la pareja se quedó embarazada con su primer hijo, un saludable niño. A menos de dos años, nuevamente quedaron embarazados y recibieron a otro saludable hijo varón a su familia creciente.
Angie y Gino vivían felices y saludables con sus dos hijos
Desde un principio, Angie y Gino estaban orgullosos de ser padres. Ellos amaban ver como sus hijos crecían y conseguían los objetivos a medida que transcurrían los días.
Para ellos, no había nada mejor que vivir su vida con sus dos saludables y contentos hijos a medida que se volvían más inteligentes y se valían por sí mismos.
Angie y Gino querían agregar a una niña a la mezcla
Angie y Gino ya tenían dos niños felices y saludables. Mientras que la pequeña familia estaba atravesando una buena vida en el sur de California, la pareja pensó en que aún le faltaba algo. Por supuesto que los padres estaban agradecidos por tener una pequeña familia, pero sabían que el agregarle una pequeña niña a la mezcla significaría completar un proceso.
La pareja rezó y rezó para obtener una niña hasta que un día Angie se hizo un examen de embarazo.
¡Es una niña!
Angie estaba emocionada de que nuevamente había quedado embarazada y ambos padres felices no podían esperar para saber si se trataba de su tercer hijo varón o si iba a ser una mujer. Por supuesto, Angie y Gino estarían felices cualquiera fuese el sexo que sumaría a un integrante más a su familia, pero muy en el fondo, esperaban por una niña.
Cuando llegó el momento de descubrir el sexo del bebé, la enfermera se volteó a la pareja y expresó: "¡Es una niña!".
Es una niña... ¡tres niñas!
Angie y Gino estaban realmente fuera de sí cuando descubrieron que Angie estaba esperando una niña. Pero cuando el doctor estaba realizando el ultrasonido, la expresión en su rostro varió de excitado a shockeado.
Angie no sólo estaba esperando por una niña. Angie iba a tener tres hijas. Ella estaba embarazada de trillizas. La pareja no podía creer lo que estaba viendo en el ultrasonido.
Tres bebés, dos placentas
Angie y Gino estaban ya de por sí sorprendidos de que no esperarían a una hija sino a tres. Y fue allí cuando la situación se volvió aún más inusual.
A medida que el doctor de Angie estaba transitando la prueba de ultrasonido, él notó que Angie tenía dos placentas. Esto significó que dos de los bebés estaban compartiendo una placenta y que habían salido de un mismo huevo fecundado, lo cual los haría idénticos. Mientras tanto, el tercer bebé había formado un huevo entero diferente.
Un embarazo extraño
Angie y Gino nunca hubiesen esperado que sus plegarias serían repicadas en tres respuestas. La situación comenzaba a transformarse en algo extraño ahora que supieron que dos de los trillizos eran idénticos.
Angie y Gino habían concebido de manera natural, por lo que su embarazo de hecho era muy extraño. De hecho, las chances de tener trillizos es de 1 en 4 mil, pero las chances de tener trillizos con dos de ellos siendo exactamente iguales era mucho, mucho más extraño.
Se prepararon lo más que pudieron
Mientras que Angie y Gino estaban extasiados con la noticia de que su familia se haría mucho más grande, la pareja necesitaba tomar las riendas de lo que iba a suceder. Sabían que sus vidas estaban a punto de cambiar de manera drástica, por lo que tomaron cartas en el asunto.
La pareja comenzó a preparar la llegada de las niñas y por lo tanto contrataron a una niñera, compraron una pequeña camioneta, y se comunicaron con sus amigos y familiares para que les brindaran ayuda. Como ambos tenían trabajo, cruzaron palabras con sus jefes para tener flexibilidad laboral.
Un embarazo de alto riesgo
Con Angie esperando trillizos, su embarazo era considerado de alto riesgo. Durante el inicio del embarazo, el Dr. Daneshmand le advirtió a los padres que lo que vivirían sería muy diferente a la vez que Angie dio a luz a sus hijos varones.
Mientras que la idea de una complicación potencial rondaba la cabeza de Angie y Gino, aún no estaban preparados para lo que iba a suceder.
Angie experimentó serias complicaciones
Cuando Angie llevaba 26 semanas de embarazo de los trillizos, ella experimentó serias complicaciones. La discrepancia de fluidos había ocurrido repentinamente y estaba creando una situación potencialmente peligrosa para Angie y sus bebés no nacidos.
En una entrevista con Sharp Healthcare, Angie manifestó, "Vimos que el líquido para el ´Bebé B´ era demasiado bajo y que para el ´C´ era un poco alto". Los niveles de líquido son muy importantes para cuando el bebé aún está en el útero, por lo que era imperativo que Angie y sus doctores actuaran de inmediato.
Angie se trasladó al hospital
La discrepancia de fluidos estaba colocando a dos de los bebés de Angie en un riesgo serio. Con un fluido muy alto o demasiado bajo, las niñas estaban en riesgo de nacer con una hemorragia cerebral o pulmones poco desarrollados.
Esto significó que el continuar con su rutina del día a día estaba fuera de discusión. Para asegurarse de que Angie y sus trillizos estén seguros, el Dr. Daneshmand determinó que Angie necesitaba ir al hospital y quedarse allí hasta que tuviese a sus bebés.
La vida de Angie se frenó
Naturalmente, Angie quedó shockeada. "Yo decía, ´esperen, ¿en este momento?" comentó en una entrevista con Sharp Healthcare.
Angie se encontró en una encrucijada. Por supuesto que ella estaba preparada a hacer todo lo posible para asegurar que sus bebés estuvieran a salvo, pero a 26 semanas de embarazo, esto significaría que estaría en el hospital durante varias semanas. Con dos hijos en su casa, ella estaba entendiblemente enojada de no poder estar con ellos todo ese tiempo.
La familia logró que todo funcionara
El trasladarse al hospital en la semana 26 de embarazo era complicado para Angie. No sólo que ella estaba restringida a su cama para descansar, sino que ella ni siquiera estaba cómoda como en su casa. Para peor, ella estaba alejada de Gino y sus dos hijos.
Pero esta familia coloca a la familia en primer lugar, y sabían que esto era lo necesario para asegurar que su familia creciera más. Entonces, lograron que todo funcionara. Cada día, Gino y sus niños visitaban a su madre. No era su casa, pero al menos estaban juntos.
Dulce casa hospital
Ahora que Angie estaba en el hospital, la idea de tener su casa había cambiado. Su casa, aún si ésta fuera temporal, era el hospital, por lo que Gino hizo todo lo posible para que así se sintiera.
Las enfermeras eran especialmente simpáticas con Angie y su situación que tantas otras madres habían experimentado. "Le quitan todo lo que es normal para ella" expresó Toni Hicks en una entrevista con Sharp Healthcare. "Por lo que diciéndoles, ´Sabes, te entendemos que sea difícil para ti´, es un cambio gigante para todos nuestros pacientes".
¡Cita!
Ponte en la piel de Angie por unos minutos. No sólo que estás transitando por un embarazo de alto riesgo, pero sino que también estás forzada a trasladarte de tu casa a un hospital durante semanas y sin saber cuando acabará. Para peor, estás alejada de toda tu familia, a excepción de algunas horas durante el horario de visita.
A pesar de que esta era la realidad de Angie y Gino, ellos estaban determinados a hacer lo que fuera necesario para mantener el espíritu de Angie positivo. Para lograrlo, se volvieron algo creativos. Una de sus actividades favoritas era la de "tener citas" en el hospital. "Esta es nuestra cita, de las que nunca tenemos en casa" Angie expresó mientras la pareja compartía una cena en su habitación.
Un tour por la unidad de cuidados intensivos de los neonatos
Cuando esperas por trillizos, es importante tener un plan detallado de nacimiento para cuando los bebés lleguen. En adición a que el equipo médico de Angie estaba pendiente de la salud de los bebés durante todo el embarazo, ellos supieron que al final, la unidad de cuidados intensivos de los neonatos se haría cargo de ellos por su pequeño tamaño.
Por lo que previo a la fecha del parto, ella y Gino hicieron un tour por aquella unidad en el hospital para que estuviesen preparados para lo que vendría.
Angie se sintió empoderada
Ninguna madre que espera un parto disfruta de pensar que sus recién nacidos entrarán en al unidad de cuidado intensivos para neonatos -UCIN-, pero Angie se mantuvo positiva a lo largo del tour y a posterior del mismo. Para Angie, el tour por la UCIN y el tener un plan detallado de parto la hizo sentir que estaba en control de la situación.
"Escuchas muchas historias, sabes, de trillizos que no sobreviven o especialmente de mellizos idénticos. El cuerpo absorbe todo eso" explicó Angie. "No vi a la UCIN como un lugar triste, la vi como un lugar que me daba poder" agregó.
El "Bebé B" no estaba creciendo de manera normal en el útero
A lo largo de su embarazo, Angie y su equipo médico estaba diligente sobre monitorear a los bebés de manera diaria. Durante una rutina de ultrasonido descubrieron que el "Bebé B" era mucho más pequeño que el "A" y el "C".
Mientras que esto no era un hecho inusual considerando que el Bebé B y el C estaban compartiendo placenta, era una situación que aún debían de monitorear.
Apuntaron a las 34 semanas
Mientras que Angie estaba confinada al hospital, ella y su equipo médico tenían un sólo objetivo en la cabeza, el de llegar a las 34 semanas de embarazo. Si ella podría llegar a las 34 semanas sin entrar en parto, los trillizos podrían tener un buen período de tiempo para desarrollarse en el útero.
Si los trillizos llegaban a estar menos de 34 semanas en el útero, tenían una gran chance de que se complique todo por quedar subdesarrollados.
Enfrentando el día a día
Con Angie con más de 30 semanas de embarazo, todo lo que ella podía hacer era enfrentar el día a día. Mientras que ella y Gino estaban deseosos de conocer a los nuevos integrantes de la familia, el tiempo mayor que los trillizos se mantuvieran dentro del útero iba a ser mejor para que puedan desarrollarse. Aún así, todo podía pasar hasta aquel punto.
"Todo podía pasar desde este momento hasta el parto" comentó Angie en una entrevista a Sharp Healthcare. "Podría tener contracciones que no se pueden controlar. Quizás deberíamos hacer un corte de emergencia. Nosotros no contamos las semanas aquí, contamos los días" agregó.
¡Llegó el momento!
A pesar de que Angie y su equipo médico esperaba que ella pudiese arribar a las 34 semanas, la vida tenía otros planes para la familia. Cuando ella estaba de 32 semanas y un día, Angie comenzó el trabajo de parto. La pareja se alistó para lo que vendría.
"Tres pequeñas estrellas nacieron esta noche", expresó Gino. "Me espera un arduo trabajo a partir de ahora", agregó Angie a medida que era llevada a la habitación de parto.
¡Feliz cumpleaños!
Antes de que lo supiesen, Angie estaba dilatada y las niñas estaban listas para debutar en el mundo. Debido a temas de seguridad, el equipo médico de Angie decidió que la mejor manera de que llegaran las trillizas era por cesárea.
El equipo médico preparó la habitación y poco tiempo después la cesárea comenzó. Una a uno, el equipo médico de Angie trajo al mundo a las tres bebes que apenas pesaron poco menos de 2 kg cada una. Las hermanas se llamaron Daniella, Anabella y Camilla.
Cada bebé tuvo su propio equipo de apoyo de vida
El equipo médico de Angie había anticipado que ella quizás diera a luz más temprano de lo esperado, por lo que ya estaban preparados. Debido a que Daniella, Anabella y Camilla eran tan pequeñas, cada una de ellas tenía su equipo de apoyo de vida para asegurarse de que estuviesen saludables una vez fuera de la panza de su madre.
Poco después de que nacieron, ellas fueron colocadas dentro de una habitación con vidrios adyacente a la sala de operaciones. Allí, las bebés fueron asistidas, estabilizadas y se les ayudó en la respiración antes de ser transferidas a la unidad de cuidados intensivos de los neonatos.
Angie no pudo ver a sus hijas
Luego de llevar un niño dentro de ella durante nueve meses y transitar horas de parto, todas las madres quieren sostener a su bebé. Angie pudo haber tenido un plan de parto predeterminado, pero aún así era difícil para ella el no poder ver a sus niños poco después de darlos a luz.
Ya que las niñas eran tan pequeñas, era importante que se la trasladaran a la UCIN -Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos- de inmediato. Angie estaba triste de no poder sostenerlas por primera vez pero estaba tranquila de que recibirían el cuidado que necesitaban.
Respirar no siempre es sencillo
Cuando Daniella, Anabella y Camilla nacieron, cada una pesaba menos de 2 kg. Ya que eran muy pequeñas, sus pulmones no estaban del todo desarrollados. Esto causó que tengan alguna dificultad para respirar.
Afortunadamente, el equipo médico de Angie estaba preparado para este escenario. Ellos trabajaron tan rápido para asegurarse que los pulmones de las trillizas se abrieran y que el oxígeno fluyera que las colocaron en una incubadora. Las bebés estaban en buenas manos, pero era muy desafiante para Gino y Angie el ver desde un costado toda la situación.
Estabilizando a las niñas
En un punto, el nivel de oxígeno de los bebés estaba a un 55%, pero el equipo médico de Angie estaba preparado. Las niñas necesitaban presión para poder abrir sus pulmones, por lo que las enfermeras y doctores las colocaron en una incubadora.
Mientras tanto, Angie pudo ver a sus bebés por primera vez a través de una cámara digital. No era para nada similar a poder sostenerlas, pero era todo lo que tenía al alcance en aquel momento.
Las enfermeras cuidaban a las bebés en todo momento
Ahora que Daniella, Anabella y Camilla estaban en la UCIN, las enfermeras las cuidaban en todo momento. Era importante para todos el recordar que las niñas eran demasiado pequeñas y que aún podían estar predispuestas a complicaciones.
Alina Harper, una de las enfermeras, manifestó: "Sabes, realmente simpatizo con estos padres que tienen que ver como los separan de sus bebés".
Las trillizas estaban en una condición estable
Unas horas más tarde, Daniella, Anabella y Camilla fueron enviadas a una habitación común donde ya estaban bastante mejor. A pesar de que necesitaban mantenerse dentro de la UCIN para evitar complicaciones, ya estaban estables y respirando por sus propios medios.
Ellas estaban ya listas para ser enviadas a casa, pero aún restaba lo mejor por ocurrir... ¡conocer a su mamá y papá!
Cayeron en la realidad
El día había sido un remolino de emociones para Angie y Gino. Luego de haber estado durante semanas en el hospital, el gran día finalmente había llegado. Pero ya que las niñas se habían sido trasladadas a la UCIN, sus padres todavía no caían en la realidad. Después de todo, el dúo no había podido sostener a sus recién nacidas.
El equipo médico mantenía al tanto a Angie y a Gino, y le informaron que Daniella, Anabella, y Camilla estaban estables, y listas para el mundo real, en un tiempo realmente veloz. Era el momento de conocer a sus bebés.
Las enfermeras de la UCIN no podía esperar ver a Angie y Gino con sus bebés
Las enfermeras de la UCIN lidiaban con situaciones emocionales a cada día. Cuando estás rodeado de padres que por un tiempo atraviesan momentos vulnerables sobre amor, es duro no formar un vinculo emocional entre los padres y sus bebés. Esto fue especialmente verdadero cuando las enfermeras observaron a los trillizos en la UCIN. Ellas estaban tan emocionadas por Angie y Gino en búsqueda de su re-unión.
"Amo ver el contacto inicial entre una madre y un bebé" Alina Harper comentó, y agregó: "Siempre busco eso, aquel momento que es sólo suyo y del cual puedo ser parte".
Angie y Gino pudieron ver a sus hijas en la UCIN
A pesar de que Angie tenía un gran camino por delante mientras que se recuperaba de su cesárea, ella estaba muy estable. Tanto Angie como las niñas estaban en mejores condiciones, y podrían finalmente estar juntas.
Las enfermeras llevaron en una silla de ruedas a Angie rumbo a la UCIN. Gino caminó junto a Angie y a la enfermera, la pareja apenas si podía contener su excitación. Estaban a punto de conocer a sus tres pequeños ángeles, por los cuales habían rezado tanto.
Finalmente conocieron a sus bebés
Finalmente, Angie y Gino fueron llevados a la UCIN. La enfermera llevó a Angie a las estaciones individuales donde las niñas estaban siendo monitoreadas. Por mucho que haya tardado, ella y Gino finalmente conocieron oficialmente a Danielle, Anabella y Camilla.
Mientas que una enfermera le entregaba a Angie a una de sus hijas, Angie no lo podía creer. Ella se había sobrepuesto a la felicidad y no podía hacer más que llorar. Ella viró hacia su marido y le comunicó: "Se siente tan bien".
Finalmente reunidos
A pesar de que Angie sólo estuvo separado de sus hijas durante algunas horas, se sintió un período mucho más extenso. "Sólo fueron algunas horas de estar separadas de ellas y realmente las extrañé" comentó Angie. "Se siente muy bien el estar juntas nuevamente" agregó.
Una a una, las enfermeras alzaron con cuidado a las niñas, mientras que Angie las tomó por separado. Ella disfrutaba escuchar a cada uno de ellas llorar mientras las sostenía y los tranquilizaba para que se durmieran.
Conociendo a papá
Su madre no era la única ansiosa de poder sostener a sus bebés, ¡el padre también lo estaba! Junto a Angie, Gino también se turnó para sostener a Daniella, Anabella y Camilla. Las enfermeras hasta colocaron a cada una de las niñas dentro de la camisa de Gino para que recibiera el beneficio del contacto piel a piel.
El contacto piel a piel puede ser específicamente beneficioso para las bebés prematuros. Durante el contacto piel a piel, tu cuerpo se convierte en una incubadora natural, regula la temperatura y cubre las necesidades del bebé.
Un momento especial con el padre
En muchas ocasiones, los bebés recién nacidos no abren sus ojos ni bien nacen. Pero mientras que Anabella se colocó sobre el pecho de su padre, ella abrió sus ojos para intentar verlo. Cuando él comenzó a hablar, sus ojos se direccionaron hacia su boca, como si ella tratara de escuchar lo que él estaba diciendo.
"Mirala, está abriendo sus ojos, y me está escuchando" comentó Gino. Y agregó: "Hermoso, un sentimiento hermoso.".
Los trillizos han crecido
Tras algunas semanas en la UCIN, los trillizos se estabilizaron lo suficiente como para poder finalmente viajar rumbo a su casa. Por fin, luego de tantas semanas embarazada en el hospital para Angie, y de las semanas de las niñas en la UCIN, podían llegar todos a su hogar.
¡Después de todo ese tiempo, la familia estaba finalmente completa! A medida que las niñas crecían, ellas continuaron desarrollando sus propias personalidades.
Las trillizas cumplieron seis años
Parecía que ayer Angie y Gino estaban rogando por ver a sus hijas en la UCIN. Pero antes de que lo supiesen, los años habían volado en el tiempo y ¡era hora de celebrar los seis años de las niñas!
Mucho había cambiado desde aquel 2010 cuando Angie ni siquiera estaba embarazada de trillizos. Y mientras que parecía que durante años estuvo en el hospital, descansando sobre aquella cama, los primeros seis años de vida de las niñas se dieron en un instante.
Angie y Gino se mantuvieron ocupados con sus cinco hijos
Ser padre no es un trabajo sencillo. Ser el padre de cinco hijos, tres de los cuales son trillizos es definitivamente un trabajo para nada fácil. Pero Angie y Gino lo hicieron funcionar. Gracias a su compromiso de poner a su familia en primer lugar, Angie y Gino hicieron lo posible para asegurase de que pudieran proveer de felicidad y de una vida saludable a sus hijos.
¡A pesar de que lo hicieron ver sencillo, sabemos que el criar a una familia así de grande no lo es para nada!
¡Una feliz y saludable familia de siete!
Hacía justo siete años atrás, Angie y Gino estaban rezando por quedar embarazados de una niña y completar su pequeña familia. Pero antes de que lo supiesen, sus plegarias habían sido respuestas, y mucho más.
En la actualidad, no son una familia feliz y saludable de cuatro, son una familia feliz y saludable de siete integrantes. Con cinco niños con edades cercanas, ellos están ineludiblemente ocupados pero no hubiesen querido que las cosas fueran de otra manera. Para Angie y Gino, ellos llaman a su vida un "caos divertido".
En ocasiones tus deseos más grandes se vuelven realidad
Ahora que los trillizos están creciendo junto a sus antiguos hermanos, es difícil para Angie y Gino imaginarse sus vidas antes de estos niños. Con dos hijos y tres hijas, la pareja tiene de seguro sus manos llenas, pero no habría otra manera. Ellos rezaron y rezaron por una niña y recibieron más de lo que habían pedido, ¡y por ellos están totalmente agradecidos!
"Es realmente un deseo vuelto realidad el tenerlos en nuestras vidas" comentó Angie.