El Reconocido Maquillaje Blanco De La Reina Isabel I Escondía Un Secreto Mortal
Desde sus labios brillosos de color rojo a su piel de porcelana pálida, la Reina Isabel I puede que sea una de las monarcas más reconocidas de la historia de Inglaterra.
Pero su reconocida apariencia, en particular su maquillaje de color blanco, ocultaba un secreto oscuro, una cuestión que los historiadores creen que la llevó a su muerte con sólo 69 años. Deberás seguir leyendo para enterarte la verdad detrás de aquella situación.
La Reina Isabel I Debía Mantenerse Bella
Cuando Isabel I tomó posesión del trono el 17 de noviembre de 1558, se convirtió en una de las últimas cinco monarcas de la Casa de Tudor. Durante su reinado, la Reina Isabel hizo todo a su alcance para mantener poder. Después de todo, ella vivía en un mundo dominado por hombres.
Para mantenerse en la cima y en control de la monarquía inglesa, Isabel I creyó que necesitaba mantenerse joven y bella el mayor tiempo posible.
Ella Fue Muy Influenciada Por La Belleza Del Renacimiento
La Reina Isabel I dependió mucho de una rutina de belleza, una cuestión que luego tomaría conocimiento público. Influenciada por el arte, la literatura y el Renacimiento, la Reina era algo romántica cuando se trataba de mostrar su estilo personal.
Todo se centraba en los ideales de belleza de la Era a la vida, y eso representaba un estilo muy específico, paladar de maquillaje, tono de piel y color de cabello.
Piel Pálida, Labios Rojos y Cabello de Color Más Claro
Durante el Renacimiento, una mujer era considerada bella si contaba con piel pálida, cabello de color claro, ojos brillantes y labios color carmesí. Si bien aquellas características pueden parecer alcanzables en estos días y período de tiempo, resultaba casi imposible de mantener en aquellos años.
Se trataba de los años 1550´ y las enfermedades se viralizaban tanto que una simple infección era suficiente como para dejar a una persona desfigurada. No existía ningún tipo de medicina moderna de la cual agarrarse.
El Maquillaje Blanco Era Famoso
Por ende, ¿Cómo es que la Reina Isabel I pudo mantener su hermosa apariencia y belleza natural? La respuesta es simple: El famoso maquillaje de color blanco era pintura la cual se colocaba a diario todas las mañanas en su rostro. Su rutina se volvería más predominante a medida que fue creciendo.
Pero si bien la familia, amigos y sujetos cercanos a la Reina Isabel I se acostumbraron a ver a la monarca con el maquillaje blanco, nadie sabía en realidad la oscura verdad detrás de aquella máscara.
Se Trataba De Un Mundo Dominado Por El Hombre
Isabel I se hizo del trono luego de que su hermana abdicara, ella sólo tenía 25 años. Como la segunda mujer en estar en esa posición, la Reina Isabel I debía asentar las bases en un mundo dominado por hombres.
Para ella, eso significó mantener su belleza y juventud el mayor tiempo posible; y en aquellos tiempos, los hombres eran más propensos a mantener una charla con ella si es que la monarca podía llamar su atención. El hecho de que ella se mantuviera soltera hacía su rol aún más complejo.
Las Mujeres Que No Estaban Casadas Eran Consideradas Problemáticas
Vivir y ser una Reina en una sociedad dominada por los hombres indicaba que la Reina Isabel I tenía mucho trabajo duro por realizar para convertirse en la líder de la nación. En aquellos años, las mujeres aún eran consideradas una propiedad de sus maridos.
Y las mujeres que no estaban casadas eran vistas como más que una molestia. Como una mujer soltera, la Reina Isabel I tenía demasiado que probar, incluso ya estando sentada en el trono de Inglaterra.
A Pesar De Que Tuvo Muchos Pretendientes, Nunca Se Casó
Cuando era joven, se comentaba que Isabel I era una mujer de buena apariencia y utilizaba sus encantos femeninos para lograr lo que quería en la Corte. La cuestión es que, la belleza y la juventud desaparecen con el correr de los años, y era algo de lo que la Reina Isabel I se dio cuenta bastante rápido.
Incluso de esa manera, durante ese período de tiempo en el que su belleza era altamente cuestionada, algunos hombres se acercaron al palacio para cortejar a su majestad. Ella nunca le dio oportunidad a un marido, sólo aceptaba a hombres atractivos en su Corte.
La Belleza Iguala Al Poder
En aquellos años, la belleza significaba poder. Por ello, la Reina Isabel I buscaba mantener su apariencia juvenil el mayor tiempo posible. Durante una entrevista con la BBC, la historiadora británica Dr. Anna Whiterlock comentó que la difunta reina, "contaba con personas contemporáneas a ella que creían que la belleza amplificaba el poder de la mujer, por lo que le daban valor al esplendor de la Reina como confirmación de su derecho al trono".
Si así era el caso, no fue una sorpresa que Isabel hubiese querido mantener su apariencia.
La Piel Pálida y Blanca Era El Epítome De La Belleza
Con el pensamiento social que la belleza era igual al poder que se tenía, la Reina Isabel I hizo todo lo que tenía a su alcance para mantener una apariencia bella, en especial a medida que iba creciendo. Y aquella decisión se convirtió en parte de su éxito.
Lo más importante de la belleza de Isabel era su famosa piel de color blanco. Se creía que era el epítome de su estilo, gracia y belleza, una piel de porcelana que era muy deseable por aquellos tiempos, y representaba inocencia, fertilidad y ser parte de la clase alta.
La Reina Isabel Pintaba Su Rostro Con Un Brebaje Especial
Según algunas fuentes, la pintura blanca que la Reina Isabel I utilizaba sobre su piel era el epítome de su belleza. Eso significaba que ella trabajaba dentro de casa, por lo que pertenecía la clase alta, y por la forma pálida que lograba mantener, parecía que había mantenido la inocencia de una niña juvenil.
Debido a ello, la Reina Isabel I se aseguró de pintarse el rostro a diario con un brebaje especial, algo que no estaría permitido en los comercios actuales.
Los Ingredientes De La Pintura Blanca Eran Tóxicos
La pintura que la Reina Isabel solía elaborar para lograr que su rostro se presentara con esa tonalidad blanca tan famosa era conocida como Cerusa Veneciana. Este compuesto estaba preparado con plomo y vinagre blanco. Y, como era de esperar con el plomo en la ecuación, la pintura era extremadamente tóxica.
Considerando que la Reina Isabel I pintaba su rostro todas las mañanas con esa sustancia tóxica y la lucía durante todo el día, resultaba claro indicar que ella no se encontraba en una forma tan saludable.
Las Mujeres Usarían La Pintura Con Plomo Durante Días
Se trataba del siglo XVI, por lo que las personas no estaban preocupadas con una cuestión llamada plomo y que ésta sea venenosa. En aquellos años, no siquiera tenían una calificación para un problema de salud. Las mujeres simplemente continuaban con su vida, lucían esta pintura con plomo de color blanco en sus rostros, ¡y en ocasiones durante varios días!
¡Incluso se comenta que la Reina Isabel I ha fallecido con al menos 2.5 cm de maquillaje blanco en su rostro!
La Pintura Blanca Era Peor De Lo Que Podían Haberse Imaginado
No sólo que la pintura blanca estaba elaborada con plomo tóxico, sino que también no le brindaba ningún beneficio a la piel. De hecho, la pintura acabaría dejando una complexión extraña a las personas, con líneas decoloradas y para nada lo que una persona esperaría considerar como bello.
Y no era solo eso, sino que cuando las mujeres se tomaban su tiempo para quitarse el maquillaje blanco de sus rostros, ¡esparcían aún más las toxinas!
El "Removedor" Estaba Elaborado Con Mercurio
La Cerusa Veneciana ya era lo suficientemente dañina por sí misma, con el plomo tóxico en la mezcla. Por supuesto que, las personas que lucían esa pintura blanca no tenían ni idea de aquello, ni de estar esparciendo químicos tóxicos en sus rostros.
Y la mezcla de pintura no era el único elemento tóxico que aparecía en sus rituales de belleza. El removedor que la Reina Isabel I y todo el resto de la sociedad utilizaba también era muy negativo para la salud. ¡Ya que estaba elaborado con mercurio! Todo lo que involucraba al proceso de maquillaje representaba un gran riesgo para la salud.
Muchos Químicos Tóxicos Eran Utilizados En El Nombre De La Belleza
La Reina Isabel I y otras mujeres que formaban parte de la alta sociedad no tenían ni idea que mientras amplificaban su belleza, en verdad estaban contaminando su piel, haciéndola ver más arrugada y decolorada.
Pero aquellas extrañas prácticas como utilizar productos de plomo y mercurio no eran una noticia en aquellos años. De hecho, muchas mujeres utilizarían sustancias tóxicas como sulfuro y trementina para deshacerse de lo que consideraban imperfecciones en su piel, como las pecas.
El Kohl Negro No Le Hacía Favores a La Reina Isabel
La pintura con plomo y el removedor con mercurio no eran los únicos tóxicos productos para maquillaje que utilizaba la Reina Isabel I. Se cree que su majestad también utilizaba el cosmético negro Kohl para oscurecer los párpados y darle cierto toque de drama.
Los esteticistas aún discuten sobre los problemas de salud a largo plazo que genera utilizar tal sustancia en aquel siglo XVI. Considerando que la Reina Isabel ya estaba utilizando plomo y mercurio a diario, el Kohl probablemente tampoco ayudaría a su salud.
El Kohl Fue Elaborado Con Un Elemento Tóxico
El Kohl negro no estaba compuesto de sustancias salubres como en la actualidad. Allá por los años 1550´ la Reina Isabel I utilizaba un producto hecho de antimonio en polvo, un elemento químico metálico que se sabe que causa erupciones cutáneas si la piel se expone durante un período prolongado de tiempo.
¡Y eso era tan sólo el comienzo! Su majestad también utilizaba gotas para los ojos de la planta belladona para ensanchar sus pupilas y darle a sus ojos un aspecto húmedo. ¡Lástima que la belladona sea venenosa!
Existía Una Cuestión Que No Era Tóxica
Por fortuna, la rutina de belleza de la Reina Isabel I no siempre involucraba químicos tóxicos que en paralelo la iban haciendo envejecer. Ella prefería evidenciar cejas muy finas y arqueadas, depilándolas para logar el efecto deseado.
Y sus famosos labios y mejillas de color rubí rojos se lograban con un producto de tinte vegetal y cera de abejas, muy lejos del plomo, mercurio y Kohl que se usaban en los ojos. Pero entre la pintura blanca pálida y los labios carmesí, ¡La reina Isabel se convirtió en toda una pionera!
Los Dientes Negros Aparecieron En Vouge
La Reina Isabel marcaba tendencia. Al ser una monarca amada y bella, las mujeres no querían nada más que parecerse a su majestad. Por ello, cuando sus dientes comenzaron a decaer con el paso de su vida, ¡los dientes negros aparecieron como tendencia en Vogue!
Si bien no necesariamente ocultaba los dientes que se les iban dañando, que se debían a su afición por los postres dulces y la falta de higiene bucal, se trataba de un aspecto de su majestad que la Reina Isabel I no quería que nadie notara.
La Reina Isabel I Se Enfermó De Viruela
Cuando la Reina Isabel I tenía sólo 29 años, ella contrajo una enfermedad mortal: La viruela. Sin una cura disponible o una vacuna, la viruela era temida por casi todas las personas. De hecho, cuando su médico el Dr.Burcot le comentó a la Reina Isabel que presentaba aquella enfermedad, ella pensó que le estaba mintiendo.
¡No había manera de que la Reina Isabel de Inglaterra se hubiese contagiado de viruela! Pero su alta temperatura corporal estaba indicando una realidad diferente. Su majestad ya estaba muy enferma.